SIIII SOY FUERTE!!! TE JODES PARTE INTERNA REVELDE Y OSCURA!!!
:) un ratito para dormir y se pasa ese malestar
muajajaja
si esque.... n.n molo yo misma
viernes, 25 de abril de 2008
three times you can bite me
I´m a gummy bear, yeah I´m a gummy bear
oh Im a yummy jummy funny lucky gummy bear
oh Im a jolly bear
cause Im a gummy bear
oh Im a movin groovin jammin singin gummy bear
oh yeah!
three times you can bite me!
y no hay nada y duele... :) y sigo cayendo y sigue doliendo... :) y vuelvo a caer en la estupidez de la esperanza y para qué?
para volver a caer :)
y la sonrisa estupida que dibuja mi rostro? pura inocencia, pero de que sirve? bha..no lo se..y estoy llegando a un punto en que todo, me da igual...pero no quiero volver a caer. No ahora que he recorrido tanto, no ahora que estaba demostrando lo fuerte que era..
pero como no caer cuando el maldito Cupido te muestra como lanza las flechas sin querer hacertar en ti?
y como sonreir cuando ves que el esfuerzo que haces estudiando luego en las notas no aparece?
y como valorar a una persona que se pasa el dia mirando al suelo, insegura, con miedo, inocente, no inteligente y con un alma destrozada?
pero no me voy a rendir...aun soy un cachorro...aprendere de mis errores... solo necesito tiempo y quizas desahogarme.. no se..
al fin y al cabo solo soy un gummy bear
ademas....esto me sucede porque estoy....en dias sensibles... me llega a pillar ayer y seguro que me rio... tonterias pasajeras de una mente que quiere llamar la atencion como sea, requiriendo del amor de todos cuando aparte de ser imposible, no se quiere ni ella misma.
ya lo dije...puramente una niñata :) que le voy a hacer...
oh I´m a gummy bear
oh Im a yummy jummy funny lucky gummy bear
oh Im a jolly bear
cause Im a gummy bear
oh Im a movin groovin jammin singin gummy bear
oh yeah!
three times you can bite me!
y no hay nada y duele... :) y sigo cayendo y sigue doliendo... :) y vuelvo a caer en la estupidez de la esperanza y para qué?
para volver a caer :)
y la sonrisa estupida que dibuja mi rostro? pura inocencia, pero de que sirve? bha..no lo se..y estoy llegando a un punto en que todo, me da igual...pero no quiero volver a caer. No ahora que he recorrido tanto, no ahora que estaba demostrando lo fuerte que era..
pero como no caer cuando el maldito Cupido te muestra como lanza las flechas sin querer hacertar en ti?
y como sonreir cuando ves que el esfuerzo que haces estudiando luego en las notas no aparece?
y como valorar a una persona que se pasa el dia mirando al suelo, insegura, con miedo, inocente, no inteligente y con un alma destrozada?
pero no me voy a rendir...aun soy un cachorro...aprendere de mis errores... solo necesito tiempo y quizas desahogarme.. no se..
al fin y al cabo solo soy un gummy bear
ademas....esto me sucede porque estoy....en dias sensibles... me llega a pillar ayer y seguro que me rio... tonterias pasajeras de una mente que quiere llamar la atencion como sea, requiriendo del amor de todos cuando aparte de ser imposible, no se quiere ni ella misma.
ya lo dije...puramente una niñata :) que le voy a hacer...
oh I´m a gummy bear
lunes, 21 de abril de 2008
Un cambio

Lobo...o algo parecido...
Lucho, soy mas positiva, encuentro castillos por los que he de pasar, cuesta cruzarlos pero lo consigo, dragones, gigantes y orcos, enemigos por doquier pero los venzo. Sigo adelante cual aguerrida loba que soy... cuestas demasiado empinadas, piedras que cortan, lluvia y barro. Cada vez mas obstaculos pero sigo hacia adelante enfrentandome a todo, a todos.
Miro hacia atras de vez en cuando viendo en la lejania esa muchacha de ojos tristes que se escondia en si misma....no, ahora esa no soy yo.
Sin embargo hay veces que no puedo... son tantas caidas, tantas seguidas...tanto dolor... Bueno, una caida emocional se supera pronto. Me anima el pensar eso y miro de nuevo al cielo. Esta encapotado, llueve y hace frio, pero nada podrá conmigo. No, ya estoy harta de huir, estoy harta de ser la cobarde...harta de todo. Solo me queda luchar.
Pero de nuevo en mi mente se abre esa herida susurrando ese alma oscura y deseosa de que caiga todo el camino recorrido "En cada historia hay un final. En cada amor hay desamor. En cada encuentro hay una ilusion. Somos tan hirientes sola y diferente. Amar es ir con él hasta morir "
Y a la vez, algo resuena queriendo apartar ese alma oscura de mi lado y susurra "El dolor es temporal; el orgullo, eterno"
Y de nuevo el orgullo puede en mi. Alzo la mirada con gesto decisivo y me aferro a esas piedras que cortan ascendiendo poco a poco, obligandome a pensar que ese pequeña dolor pasará.
Y asi... mi positivismo aumenta.... aunque haya dias en los que este algo decaida. No soy perfecta..ah! se siente.
:)
viernes, 18 de abril de 2008
No Title

Y me abandonaste... Me dejaste bajo aquel arbol de ramas podridas manteniendo la esperanza encendida. Te vi marchar y crucé mis manos como si fuera rezar a algun dios pagano mientras tu brillo se ocultaba junto con el sol y la noche se quedaba para siempre en aquel cementerio de lapidas rotas.
Con lentitud y el paso de los años, mis pies se enraizaron junto al arbol maldito que parecia rodearme con sus muertas ramas. La oscuridad llegó... Algún trovador anunció la llegada del vacio, pero eso era distinto. Simplemente era oscuridad que me impedia ver mas alla de las montañas cercanas. Asi... no pude ver si mi caballero volvía en mi busca.
Sin embargo la luz que dejaste con ese tierno beso se quedó en mis ojos. La oscuridad no me arrebataría los ojos, no si aun luchaba por mivida solo para poder volver a verte.
Niebla, frio y copos de nieve...algun dia sin nubes, lluvia y olor a nuevas flores...sol lejano que no llega a mi oscuridad, calor y dias mas largos...ojas marrones y arboles desnudos...
Veinte años...con sus cuatro estaciones...y tú, maldita sea! y tú no has llegado. Me abandonaste, dejaste en mi tu recuerdo...pero fue hace tanto tiempo que los rasgos se han ido borrando y apenas recuerdo tu olor, tu voz hace mucho que desapareció de mi mente y tu calor....ah...tu calor, es lo que mas echo en falta.
Te amo, mi dulce caballero fantasma. Se que estas muerto, el viento me lo lleva susurrando casi desde tu partida. Pero seguiré esperandote. Seguiré aqui, bajo el arbol podrido, bajo el manto de estrellas, bajo la mirada de los buhos...bajo la guadaña de la muerte que ya viene a por mi.
Mis cabellos se han vuelto blancos, se que pronto volveremos a estar juntos. Solo me queda esperar un poco más... solo un poco más.
He hablado con la muerte y nos hemos echo amigos, muy buenos amigos la verdad. Ahora me espera. Sonrio y camino sin dudar dejando atras mi cuerpo.
De repente me encuentro en los pasillos de aquel castillo donde nos vimos por primera vez. Yo, tu guardiana, te quise prevenir, pero tu, humano, no quisiste escucharme.
Ahora, como ves vuelvo a tener mis alas. Vuelvo a ser tu Angel Guardian...y nunca más volveremos a estar separados.
Nuestro amor ahora es mas fuerte.
Te amo, mi caballero fantasma, te amo...
Ñiii :)
miércoles, 9 de abril de 2008
:) porque quiero sonreir

ya que no habia dicho nada...(ya que nadie lee esto...^^U) :) ya tengo mi teclado, y lo mas importante! se tocar una melodia (entre muchas que ya se tocar) que me encanta :) y aqui dejo el estribillo de dicha cancion....que nadie sabra cual es XDDD
You believe but what you see
You receive but what you give
Caress the one, the Never-Fading
Rain in your heart-the tears of snow-white sorrow
Caress the one, the hiding amaranth
In a land of the daybreak
Ñiii n.n y como quiero dejar algo, dejo esto :)
miércoles, 26 de marzo de 2008
Cuento sin Nombre
Prefacio
Aquellos ojos rojos inquietaban a la pequeña. Sabía que quería algo pero no sabía el que. El ser volvió a preguntar lo mismo con esa voz tranquilizadora. La niña siguió allí delante de él sin saber que responder. Los ojos rojos volvieron a hacer el mismo recorrido estremeciendo a la niña.
-No tienes porqué temerme…dijo sonriendo como siempre lo hacía...
Un ulular nocturno llamó la atención de la pequeña. Se dio media vuelta y empezó a caminar con rapidez.
Comienzo...
Desde hacía bastante tiempo estaba paseando por la habitación. Sabía que estaría allí, esperando, como cada noche. Pero… ¿debía ir? Su curiosidad era muy fuerte, pero sabía que podía ser peligroso. Se acercó a la ventana. Descorrió las cortinas celestes. Los rayos de la luna iluminaron la habitación. Se asomó y creyó ver una sombra que la observaba. Se escondió tras la cortina y desde allí oteó el bosque. Todo parecía estar tranquilo.
-Quizá… si me doy prisa… no se den cuenta.-susurró para sí misma.
Corrió hacia su cama. Cogió su bata blanca y empezó a buscar algo entre las sábanas. -Aquí estas.-dijo sacando un osito de peluche. Se cubrió con la bata y apretó con fuerza entre sus brazos al peluche. Con mucho cuidado abrió la puerta y salió al frío pasillo de la mansión. Las luces estaban apagadas pero en su lugar habían encendido unas antorchas que hacían extravagantes sombras. Corrió sin hacer el menor ruido hasta llegar a la gran puerta que daba paso al jardín. A lo alto había un pestillo cerrando la puerta. Estaba demasiado alto para ella. Buscó con ansiedad una silla. Tendría que ir hasta la cocina a por una. Dejó el osito en el suelo. Corrió por el pasillo y entro en una habitación situada a la derecha. Sus ojos tardaron en acostumbrase a la oscuridad. Empezó a caminar con los brazos extendidos hasta que sus manos tocaron la pata de una mesa. Podía distinguir el contorno de una silla. La intentó coger, pero era demasiado pesada para ella. Cogió las dos patas traseras de la silla y la arrastró. Un chirriante ruido resonó en la cocina. Ella miró con pánico al pasillo. Sus latidos se aceleraban rápidamente mientras deseaba que nadie la hubiese oído. Durante bastante tiempo solo pudo oír los rápidos tambores de su corazón. Se armó de valor y volvió a agarrar la silla por las patas traseras. Llegó hasta la gran puerta con dificultad. Acercó la silla a la entrada. Se subió a su acolchado cojín y se puso de puntillas. Sus pequeños dedos rozaban la bola en la que terminaba el pestillo. De repente oyó unos ruidos detrás de ella. Se quedó en silencio. Casi no respiraba. Con el rostro pálido se dio lentamente la vuelta… Las antorchas dibujaban la sombra de algo que se acercaba por el pasillo. Ella se llevó una mano a la frente y se secó las gotas de sudor que empezaban a resbalar. Muy lentamente cogió aire por la boca mientras intentaba descubrir quien se acercaba. Los sonidos de pasos se hacían más claros. De repente oyó algo extraño. Frunció el ceño y esperó sentada. Mixu, el gato de la familia hizo su aparición por la esquina del pasillo. El cascabel que llevaba como collar le había delatado. Ella volvió a ponerse de puntillas y haciendo un gran esfuerzo agarró la bola del pestillo. Tiró con fuerza hacia abajo y la puerta se abrió sin hacer ruido. Apartó la silla, se cerró la bata y abrazó con fuerza al osito. La puerta apenas se había abierto, pero aun así pudo pasar de lado. Las damas de noche desprendían su singular olor. A la vez, las estatuas de mármol parecían jugar con las aguas de las fuentes y estanques. Bajó las escaleras y giró hacia la izquierda donde había un pasillo con arcos por donde colgaban las madreselvas. Cruzó el corredor jugando con las flores que podía atrapar. Pronto llegó al lindero del bosque. Intentó vislumbrar algo entre los árboles. Se metió un poco en el bosque y echó un último vistazo a la mansión. Mixu la esperaba desde las escaleras. Ella apretó con fuerza al peluche y se adentró. Pronto se acostumbro a la poca luz que pasaba entre las ramas. De repente aparecieron dos caminos ante ella. Uno de ellos seguía en línea recta mientras que el otro se curvaba hacia de la derecha. Siguió andando por el camino recto. No pasó mucho tiempo desde que había empezado el sendero cuando lo vio. A un lado del camino, donde no había árboles, estaba el ser. Ella se acercó y se quedó delante de él observándolo.
-Buenas noches pequeña.-dijo él sonriendo como lo hacia habitualmente.
Ella no dijo nada. El frío viento de la noche sopló. La pequeña notó cómo su piel se quejaba.
-¿Tienes frío?-preguntó él sin dejar de sonreír.
La pequeña negó y apretó su osito entre sus brazos y su cara. El ser se sentó en una piedra y se limitó a observarla. Ella avanzó hacia él con temor pero segura.
-¿Qué haces aquí a estas horas de la noche?... Tus padres deben de estar preocupados…-seguía sonriendo.
-Ya sabes que no tengo padres.-susurró con enfado la niña mirando al suelo.
-Es verdad, se me había olvidado…-soltó una risotada y sonrió enseñando sus blancos dientes.
-¿Y tú? ¿Qué haces aquí?-preguntó con descaro la pequeña.
El ser la observó complaciente.
-¿Has visto que noche más hermosa hace…?-dijo desviando la conversación.
La niña frunció el ceño pero miró al cielo. Las estrellas brillaban y algunas nubes borraban la luna mientras que los rayos de ésta las iluminaban. La pequeña volvió a mirar al ser. Se dio cuenta de que él no había hecho el menor caso al cielo sino que la había estado observando. El negro y liso cabello del ser le tapaba los ojos. La niña se sentó e intento mirárselos. Él sonrió y acercó su cara a la de al niña. Entonces los pudo ver con más claridad. Entre los negros mechones se escondían unos rojos y brillantes ojos. Aquellos ojos inquietaban a la pequeña. Sabía que quería algo pero desconocía el qué. De repente sintió un escalofrío en su cuello. Cerró los ojos medio adormilada.
-Deberías irte a dormir….es muy tarde para ti.-susurró.
-No tengo sueño…-dijo todavía con los ojos cerrados.
El ser la miró con ternura y acarició sus rizos. Ella abrió lentamente los ojos.
-¿Vendrás mañana?-preguntó la niña.
Él solo sonrió mientras la cogía en brazos. La pequeña se acomodó entre los brazos y se durmió escuchando sus pausados latidos. Mientras, él había llegado a las escaleras de la entrada a la mansión. Mixu empezó a bufarle.
-Shh….-dijo él. El gato se sentó y observó al intruso.
Cuando llegó a la habitación de la pequeña, la acostó en la cama y la tapó. Cerró con mucho cuidado la puerta y se dirigió a la silla de la entrada. La cogió y la colocó en la cocina. Después se fue cerrando la puerta sin poner el pestillo. El gato saltó a la ventana y observó cómo se marchaba el intruso.
Hacía tiempo que el sol se había instalado en el cielo. Pero la claridad de la habitación no había despertado a la pequeña. El picaporte giró suavemente abriéndose la puerta. Una criada de tristes ojos entró en el dormitorio.
-Señorita Sofía…-susurró agarrando el hombro a la pequeña. La niña abrió lentamente los ojos.-Es hora de levantarse.
-Un poco más.-se quejó Sofía dando la espalda a la criada.
-Si dormís más llegaréis tarde a la iglesia y vuestra tía se enfadará.-la criada destapó a la niña.
-No…-cerró con fuerza los ojos y agarrando la sábana se volvió a tapar.
Mientras tanto su tía, Estefanía, la esperaba impaciente en las escaleras que ascendían a la iglesia.
-¿Otra vez tarde?-preguntó el cura.
-Si…-respondió ella consultando su reloj.
-Esta vez no retrasaremos la misa, Estefanía…
-Lo entiendo, esta bien.-asintió y volvió a consultar su reloj.
-Dese prisa señorita.-apremió la criada.
De repente se abrió la puerta del dormitorio. Su tío, Gabriel, acababa de entrar furioso.
-¿Qué horas son estas?-se acercó a la pequeña y le dio un azote.
-¡Ay!-se quejó tapándose el trasero. Corrió hacia su armario y se escondió tras la puerta. Entre tanto, la criada intentaba sacar el vestido de los domingos.
-Aparta.-espetó a la criada. Sacó con brusquedad el vestido y lo tiró encima de la cama desecha.-Póntelo deprisa.-dijo mientras se dirigía la puerta.-Te quiero ver en cinco minutos en la iglesia.
-Dese prisa señorita.-repitió la criada.-Póngase el vestido mientras yo la peino.
Sofía obedeció vistiéndose lo más rápido que pudo.
-Corra al baño, señorita.-la niña corrió al baño mientras la criada cogía horquillas y lazos violetas. Cuando llegó el grifo estaba abierto y Sofía esperaba sentada en una pequeña banqueta. La criada mojó el peine en el agua y empezó a desenredar los rizos. Cogió un par de horquillas, las abrió y las sujetó con la boca mientras hacía tirabuzones en el flequillo de la niña. Después empezó a hacer un moño pequeño al lado izquierdo de la cabeza. Usó las dos horquillas que sujetaba con la boca y siguió añadiendo más hasta afianzar el pelo. Luego, hizo lo mismo en el otro lado de la cabeza. Fue a coger un lazo violeta cuando las campanadas de la iglesia la sobresaltaron. Sofía recogió el lazo del suelo y se lo dio a la criada quien lo cogió con manos temblorosas. Antes de que terminaran las campanadas la pequeña salía de la mansión corriendo.
Estefanía saludaba a las personas que llegaban tarde con una amplia sonrisa mientras los nervios se apoderaban de ella. A lo lejos pudo distinguir la pequeña silueta de Sofía corriendo.
Aquellos ojos rojos inquietaban a la pequeña. Sabía que quería algo pero no sabía el que. El ser volvió a preguntar lo mismo con esa voz tranquilizadora. La niña siguió allí delante de él sin saber que responder. Los ojos rojos volvieron a hacer el mismo recorrido estremeciendo a la niña.
-No tienes porqué temerme…dijo sonriendo como siempre lo hacía...
Un ulular nocturno llamó la atención de la pequeña. Se dio media vuelta y empezó a caminar con rapidez.
Comienzo...
Desde hacía bastante tiempo estaba paseando por la habitación. Sabía que estaría allí, esperando, como cada noche. Pero… ¿debía ir? Su curiosidad era muy fuerte, pero sabía que podía ser peligroso. Se acercó a la ventana. Descorrió las cortinas celestes. Los rayos de la luna iluminaron la habitación. Se asomó y creyó ver una sombra que la observaba. Se escondió tras la cortina y desde allí oteó el bosque. Todo parecía estar tranquilo.
-Quizá… si me doy prisa… no se den cuenta.-susurró para sí misma.
Corrió hacia su cama. Cogió su bata blanca y empezó a buscar algo entre las sábanas. -Aquí estas.-dijo sacando un osito de peluche. Se cubrió con la bata y apretó con fuerza entre sus brazos al peluche. Con mucho cuidado abrió la puerta y salió al frío pasillo de la mansión. Las luces estaban apagadas pero en su lugar habían encendido unas antorchas que hacían extravagantes sombras. Corrió sin hacer el menor ruido hasta llegar a la gran puerta que daba paso al jardín. A lo alto había un pestillo cerrando la puerta. Estaba demasiado alto para ella. Buscó con ansiedad una silla. Tendría que ir hasta la cocina a por una. Dejó el osito en el suelo. Corrió por el pasillo y entro en una habitación situada a la derecha. Sus ojos tardaron en acostumbrase a la oscuridad. Empezó a caminar con los brazos extendidos hasta que sus manos tocaron la pata de una mesa. Podía distinguir el contorno de una silla. La intentó coger, pero era demasiado pesada para ella. Cogió las dos patas traseras de la silla y la arrastró. Un chirriante ruido resonó en la cocina. Ella miró con pánico al pasillo. Sus latidos se aceleraban rápidamente mientras deseaba que nadie la hubiese oído. Durante bastante tiempo solo pudo oír los rápidos tambores de su corazón. Se armó de valor y volvió a agarrar la silla por las patas traseras. Llegó hasta la gran puerta con dificultad. Acercó la silla a la entrada. Se subió a su acolchado cojín y se puso de puntillas. Sus pequeños dedos rozaban la bola en la que terminaba el pestillo. De repente oyó unos ruidos detrás de ella. Se quedó en silencio. Casi no respiraba. Con el rostro pálido se dio lentamente la vuelta… Las antorchas dibujaban la sombra de algo que se acercaba por el pasillo. Ella se llevó una mano a la frente y se secó las gotas de sudor que empezaban a resbalar. Muy lentamente cogió aire por la boca mientras intentaba descubrir quien se acercaba. Los sonidos de pasos se hacían más claros. De repente oyó algo extraño. Frunció el ceño y esperó sentada. Mixu, el gato de la familia hizo su aparición por la esquina del pasillo. El cascabel que llevaba como collar le había delatado. Ella volvió a ponerse de puntillas y haciendo un gran esfuerzo agarró la bola del pestillo. Tiró con fuerza hacia abajo y la puerta se abrió sin hacer ruido. Apartó la silla, se cerró la bata y abrazó con fuerza al osito. La puerta apenas se había abierto, pero aun así pudo pasar de lado. Las damas de noche desprendían su singular olor. A la vez, las estatuas de mármol parecían jugar con las aguas de las fuentes y estanques. Bajó las escaleras y giró hacia la izquierda donde había un pasillo con arcos por donde colgaban las madreselvas. Cruzó el corredor jugando con las flores que podía atrapar. Pronto llegó al lindero del bosque. Intentó vislumbrar algo entre los árboles. Se metió un poco en el bosque y echó un último vistazo a la mansión. Mixu la esperaba desde las escaleras. Ella apretó con fuerza al peluche y se adentró. Pronto se acostumbro a la poca luz que pasaba entre las ramas. De repente aparecieron dos caminos ante ella. Uno de ellos seguía en línea recta mientras que el otro se curvaba hacia de la derecha. Siguió andando por el camino recto. No pasó mucho tiempo desde que había empezado el sendero cuando lo vio. A un lado del camino, donde no había árboles, estaba el ser. Ella se acercó y se quedó delante de él observándolo.
-Buenas noches pequeña.-dijo él sonriendo como lo hacia habitualmente.
Ella no dijo nada. El frío viento de la noche sopló. La pequeña notó cómo su piel se quejaba.
-¿Tienes frío?-preguntó él sin dejar de sonreír.
La pequeña negó y apretó su osito entre sus brazos y su cara. El ser se sentó en una piedra y se limitó a observarla. Ella avanzó hacia él con temor pero segura.
-¿Qué haces aquí a estas horas de la noche?... Tus padres deben de estar preocupados…-seguía sonriendo.
-Ya sabes que no tengo padres.-susurró con enfado la niña mirando al suelo.
-Es verdad, se me había olvidado…-soltó una risotada y sonrió enseñando sus blancos dientes.
-¿Y tú? ¿Qué haces aquí?-preguntó con descaro la pequeña.
El ser la observó complaciente.
-¿Has visto que noche más hermosa hace…?-dijo desviando la conversación.
La niña frunció el ceño pero miró al cielo. Las estrellas brillaban y algunas nubes borraban la luna mientras que los rayos de ésta las iluminaban. La pequeña volvió a mirar al ser. Se dio cuenta de que él no había hecho el menor caso al cielo sino que la había estado observando. El negro y liso cabello del ser le tapaba los ojos. La niña se sentó e intento mirárselos. Él sonrió y acercó su cara a la de al niña. Entonces los pudo ver con más claridad. Entre los negros mechones se escondían unos rojos y brillantes ojos. Aquellos ojos inquietaban a la pequeña. Sabía que quería algo pero desconocía el qué. De repente sintió un escalofrío en su cuello. Cerró los ojos medio adormilada.
-Deberías irte a dormir….es muy tarde para ti.-susurró.
-No tengo sueño…-dijo todavía con los ojos cerrados.
El ser la miró con ternura y acarició sus rizos. Ella abrió lentamente los ojos.
-¿Vendrás mañana?-preguntó la niña.
Él solo sonrió mientras la cogía en brazos. La pequeña se acomodó entre los brazos y se durmió escuchando sus pausados latidos. Mientras, él había llegado a las escaleras de la entrada a la mansión. Mixu empezó a bufarle.
-Shh….-dijo él. El gato se sentó y observó al intruso.
Cuando llegó a la habitación de la pequeña, la acostó en la cama y la tapó. Cerró con mucho cuidado la puerta y se dirigió a la silla de la entrada. La cogió y la colocó en la cocina. Después se fue cerrando la puerta sin poner el pestillo. El gato saltó a la ventana y observó cómo se marchaba el intruso.
Hacía tiempo que el sol se había instalado en el cielo. Pero la claridad de la habitación no había despertado a la pequeña. El picaporte giró suavemente abriéndose la puerta. Una criada de tristes ojos entró en el dormitorio.
-Señorita Sofía…-susurró agarrando el hombro a la pequeña. La niña abrió lentamente los ojos.-Es hora de levantarse.
-Un poco más.-se quejó Sofía dando la espalda a la criada.
-Si dormís más llegaréis tarde a la iglesia y vuestra tía se enfadará.-la criada destapó a la niña.
-No…-cerró con fuerza los ojos y agarrando la sábana se volvió a tapar.
Mientras tanto su tía, Estefanía, la esperaba impaciente en las escaleras que ascendían a la iglesia.
-¿Otra vez tarde?-preguntó el cura.
-Si…-respondió ella consultando su reloj.
-Esta vez no retrasaremos la misa, Estefanía…
-Lo entiendo, esta bien.-asintió y volvió a consultar su reloj.
-Dese prisa señorita.-apremió la criada.
De repente se abrió la puerta del dormitorio. Su tío, Gabriel, acababa de entrar furioso.
-¿Qué horas son estas?-se acercó a la pequeña y le dio un azote.
-¡Ay!-se quejó tapándose el trasero. Corrió hacia su armario y se escondió tras la puerta. Entre tanto, la criada intentaba sacar el vestido de los domingos.
-Aparta.-espetó a la criada. Sacó con brusquedad el vestido y lo tiró encima de la cama desecha.-Póntelo deprisa.-dijo mientras se dirigía la puerta.-Te quiero ver en cinco minutos en la iglesia.
-Dese prisa señorita.-repitió la criada.-Póngase el vestido mientras yo la peino.
Sofía obedeció vistiéndose lo más rápido que pudo.
-Corra al baño, señorita.-la niña corrió al baño mientras la criada cogía horquillas y lazos violetas. Cuando llegó el grifo estaba abierto y Sofía esperaba sentada en una pequeña banqueta. La criada mojó el peine en el agua y empezó a desenredar los rizos. Cogió un par de horquillas, las abrió y las sujetó con la boca mientras hacía tirabuzones en el flequillo de la niña. Después empezó a hacer un moño pequeño al lado izquierdo de la cabeza. Usó las dos horquillas que sujetaba con la boca y siguió añadiendo más hasta afianzar el pelo. Luego, hizo lo mismo en el otro lado de la cabeza. Fue a coger un lazo violeta cuando las campanadas de la iglesia la sobresaltaron. Sofía recogió el lazo del suelo y se lo dio a la criada quien lo cogió con manos temblorosas. Antes de que terminaran las campanadas la pequeña salía de la mansión corriendo.
Estefanía saludaba a las personas que llegaban tarde con una amplia sonrisa mientras los nervios se apoderaban de ella. A lo lejos pudo distinguir la pequeña silueta de Sofía corriendo.
viernes, 21 de marzo de 2008
¿Quién se apunta?
estoy pensando en subir un cuneto que empecé y que...bueno, :S extrañamente lo estoy siguiendo...(nota: suelo dejar los cuentos nada mas empezarlos ^^U)
Si, Trev, es el del vampiro y la niña del osito...
Si a los lectores les interesa lo subire encantada :)
espero alguna respuesta ^^
besos desde mi yo interno ya ke yo no doy besos, son todos para mi :) os jodeis >:D
Si, Trev, es el del vampiro y la niña del osito...
Si a los lectores les interesa lo subire encantada :)
espero alguna respuesta ^^
besos desde mi yo interno ya ke yo no doy besos, son todos para mi :) os jodeis >:D
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