Las mascaras de porcelana terminan por clavarse en el rostro para formar parte de la misma cara.
La urna de cristal que rodeaba el corazon se rompe y vuelve a ser desgarrado.
El espejo de la pared no miente, blancanieves...asi que, no hagas la pregunta o terminaras deshojando la rosa maldita o tal vez fundiendo la lampara del genio.
Las noches pierden el aroma a jazmin, las torres altas acaban destruyendose, los dragones observan en silencio como me corto el pelo. Ya no hay trenza por donde trepar.
Las ruecas vuelven a girar pero esta vez no sera un largo sueño, será una muerte envenenada con una ponzoña que ira directa al corazón.
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2 comentarios:
una breve incision en el relato que por lo demas me ha gustado, la porcelana en vez de clavarse no seria mejor que se fundiese con la piel, con los musculos, con los huesos....
muy chulo, y me gusta que actualices tan a menudo
mm no...queria referirme a que se termina rompiendo y clavandose los trozos en el rostro
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