domingo, 8 de junio de 2008

Mi alma


Bailando en mitad de la noche junto al fuego se sintió libre. Nadie la miraba, nadie la moslestaba. Alli estaba, liberada. Corrió liberando su adrenalina, sintiendo el viento gelido sobre su rostro, ya no había carcel.
Los tambores volvían a sonar pues la loba ya estaba entre su manada. Fuertes golpes contra el suelo, moviendo las piernas al ritmo de la infernal percusion. Las fogatas ardian reflejo del odio de ese clan, pronto llegaria la guerra.
Esa noche era para que el ritmo dominase a la princesa, la misma que fue encarcelada desde pequeña, la misma que se ha liberado, aquella que no sabe lo que es hasta que se de el momento oportuno.
Y los tambores siguen sonando con fuerza, los aullidos se unen a la musica. La tierra se estremece y solo los animales con orgullo y valientes se acercan para disfrutar de esa fiesta.
¿Eres un lobo? Eres bienvenido; siente orgullo y oye mi canto.
Ya has caido rendido ante la naturaleza, ahora solo dejate llevar.

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