Viento.
Tal vez una suave brisa. Algo efimero que alza la tela que cubre mi cuerpo y baila al son de un acordeón animado por varios violines. Rio, me hace gracia ver como el poderoso elemento me invita a jugar. Salto y en la plaza giro cual bailarina de ballet sintiendo como el aire me atraviesa y me hace libre.
Fuego.
Una suave llama sobre la vela de un restaurante da vida y luz a la pareja de enamorados que cenan juntos. La musica de ambiente resuena fuera del lugar donde me encuentro yo. De nuevo violines y acordeones. Niego con una amplia sonrisa. La melodía es rapida y me insta a correr, no huir, sino correr, disfrutar del calor que mi cuerpo crea. Sentir el calor del sol en mi interior. El fuego no es siempre destrucción e ira.
Agua.
Es en esos momentos cuando sin darme cuenta llego hasta un rio. Me acerco entrando con ropa poco a poco en él. La ropa pesa pero a la vez se mueve de forma lenta. De nuevo sonrio y vuelvo a girar, esta vez mas lentamente dejando que la suave melodía me envuelva para seguir jugando con el agua. Los tambores de mi corazón de aceleran a medida que la danza se vuelve mas dificil con movimientos pesados cuando deberian ser ligeros. El agua pesa.
Tierra.
Al salir del agua siento unas suaves vibraciones bajo mis pies. No miro al suelo, pues me he dado cuenta que esas suaves ondas provienen de la tierra. De nuevo sonrio. Marcan un ritmo, mas salvaje que el viento pero más ligero que el agua. Me llevan de un lado a otro pisando con fuerza. Con cada paso a su vez las vibraciones chocan entre sí dejandome notar mi propio poder sobre este elemento y como tambien éste me doma a mi.
Libertad =]
jueves, 15 de octubre de 2009
lunes, 28 de septiembre de 2009
Vuelta a caer
Perdida en un laberinto de piezas blancas y negras. Todo confuso alrededor, quizas mirar sea peor que ir a ciegas. Que irá a ocurrir... en una sala antes de llegar al centro del laberinto se funden sentimientos frios con los que queman. Jamás fueron buena convinación y todo lo que se atreve a atrasvesar ese lugar queda hecho piedra con una hiedra adherida para aprisionar aún más si cabe al pobre desgraciado. Atrevido, temeroso o loco, quien sabe qué era lo que ahora es piedra. La cuestión es que quiso atravesar esa sala para llegar al centro del laberinto...donde se guarda muy minuciosamente un corazón palpitante, desprende un suave y acogedor calor y una luz que no hace más que aliviar esa oscuridad que "el ganador" pueda tener en el alma.
Y yo...solo grito, de horror, de pena, de tristeza, de odio...un grito cuyo final es ronco dejándome la voz. Y caigo de rodillas sin razón pidiendo al cielo alguna explicación del por qué...pero, como siempre, el cielo se vuelve mudo o tal vez aparta la mirada. La luna se esconde tras las nubes...cobarde...y el sol no se digna a salir. Las fuerzas parecen desaparecer a la par que una intensa oleada de adrenalina me sugiere correr y destrozar todo aquello que vea. No obstante utilizo esa adrenalina para lanzar otro grito... esta vez, desesperado. Y es entonces cuando caigo de lado, mirando al infinito sin ver nada, sintiendo la hierba fria rozando mi mejilla. El frio aparece por arte de magia, antes no lo sentía, y me envuelve como si de una manta se tratase. Mis dientes castañetean...y mis ojos se cierran en espera de despertar tras haber dormido al dolor de la tristeza.
Y yo...solo grito, de horror, de pena, de tristeza, de odio...un grito cuyo final es ronco dejándome la voz. Y caigo de rodillas sin razón pidiendo al cielo alguna explicación del por qué...pero, como siempre, el cielo se vuelve mudo o tal vez aparta la mirada. La luna se esconde tras las nubes...cobarde...y el sol no se digna a salir. Las fuerzas parecen desaparecer a la par que una intensa oleada de adrenalina me sugiere correr y destrozar todo aquello que vea. No obstante utilizo esa adrenalina para lanzar otro grito... esta vez, desesperado. Y es entonces cuando caigo de lado, mirando al infinito sin ver nada, sintiendo la hierba fria rozando mi mejilla. El frio aparece por arte de magia, antes no lo sentía, y me envuelve como si de una manta se tratase. Mis dientes castañetean...y mis ojos se cierran en espera de despertar tras haber dormido al dolor de la tristeza.
martes, 8 de septiembre de 2009
Arte
Ahí estaba yo, sobre un escenario de madera que crujía viejo a cada paso. La madera negra apenas reflejaba la potente luz de los focos que en esos momento me iluminaban a mi. Las cortinas del telón era rojas, aterciopeladas, como casi siempre en los teatros más importantes.
Estaba nerviosa, miré mis papeles sobre el atril, apenas unos apuntes y algunos garabatos. Eso me hizo sonreir, si los presentes vieran esos papeles jamás me tomarían en serio, aunque, dudaba que lo hicieran. Sin embargo, al volver a mirar a mi público mis manos volvieron a sudar.
Allí se encontraban los críticos más importantes tanto en prensa como en el mundo del arte. No me gustaban y estoy segura de que yo tampoco a ellos. Ciertamente sus miradas eran aburridas, con cierto desdén, mirandome siempre por encima del hombro.
De repente se apagaron las luces. Había llegado al momento.
Al parecer, mientras dirigía la mirada por los asientos del teatro habían bajado pantalla de tela donde al instante apareció una de las diapositivas que había elegido apra exponer mi tesis: el Partenon.
Me coloqué a un lado para que la imagen no estuviera obstaculizada por mi sombra. Varios de los presentes suspiraron aburridos mientras otros exhibían sus sonrisas de superioridad dispuestos a criticar y burlarse de mis ideas.
-Arte.-comencé.-Aquello que llena el alma del ser humano, aquello que al ser visto logra arrancar lágrimas de pura emoción... -lentamente las imagenes fueron cambiando, siempre mostrando templos en ruinas, abarcando Europa, Africa, en especial Egipto, América del sur y algún templo oriental.-Arte, señores, no un simple edifico, no una simple escultura, jamás algo del olvido, ni viejo, ni anticuado...Eso, es arte, capaz de soportar milenios...
Entonces, una mano se alzó. Las diapositivas dejaron de avanzar quedandose en otro de los templos griegos. Miré expectante, impaciente por saber qué querría decir esa persona. El hombre se alzó recibiendo sonrisas arrogantes de sus compañeros y señaló con menosprecio la imagen.
-Eso no es más que polvo. Se creó con un propósito, guardar la imagen del dios al que estaba destinado, asi como sus ofrendas, nada más. Ahora, no es nada. Solo son ruinas, piedras rotas sin otra función que molestar. Eso no sirve al hombre de hoy en día.
-¿Acaso es arte la "mierda de artista"? ¿Sirve al hombre de hoy en día?-alcé la voz, notablemente molesta por sus argumentos.-Esto, señores, representa al ser humano en cualquier momento, en cualquier etapa, en cualquier milenio. ¿Polvo? ¿Qué es el hombre sino polvo? ¿Qué medida tienen esas columnas? ¿Qué proporción del hombre? No es viejo, no es antiguo...Señores, ese arte es sinónimo de humanidad. En su origen los creadores le dieron un significado importante. Cada templo era cuidado y mimado. ¿Unos padres no cuidan de igual manera a sus criaturas, a quienes ellos han dado vida? ¡Esos templos tenían vida! Al pasar los años su función fue cambiando. De la misma manera, el hombre cuando crece va desempeñando nuevas funciones... Y finalmente, cuando el hombre muere, cuando ya nadie parece recordarlo, se vuelve polvo... No son huesos...No son ruinas...-dije señalando la imagen para que la similitud entre el hombre y el arte quedase clara.-Sin embargo la gente siempre recuerda a sus muertos.... Y así, sin embargo, la gente recuerda el arte... -el crítico volvió a sentarse, algo aturdido.-Arte, es el ser humano.
Dada por finalizada mi idea sobre el tema, me acerqué al atril y recogí en silencio mis apuntes de primero de carrera. Era increible pero había logrado dar una conferencia... o al menos lo había intentado. Poco a poco un rumor como de abejas empezó a expandirse por el teatro hasta oirse timidos aplausos que poco a poco fueron aumentando hasta resonar con fuerza. Mis mejillas se ruborizaron. Ví a mis profesores de historia antigua y arqueología sonriendo con orgullo y timidamente les devolví la sonrisa mientras bajaba las escaleras del escenario.
Esa noche los críticos tuvieron mucho que pensar y a la mañana siguiente me decidí a coger el periódico para leer los insultos. No obstante me asombré cuando no leí nada degradante. Con diplomancia y tono serio anunciaban como aún había gente con espíritu que obligaba a recordar las raíces de nuestro ser apartando al hombre de las modernidades y frias tecnologías del mundo actual.
Mis ideas habían sido escuchadas y valoradas.
Estaba nerviosa, miré mis papeles sobre el atril, apenas unos apuntes y algunos garabatos. Eso me hizo sonreir, si los presentes vieran esos papeles jamás me tomarían en serio, aunque, dudaba que lo hicieran. Sin embargo, al volver a mirar a mi público mis manos volvieron a sudar.
Allí se encontraban los críticos más importantes tanto en prensa como en el mundo del arte. No me gustaban y estoy segura de que yo tampoco a ellos. Ciertamente sus miradas eran aburridas, con cierto desdén, mirandome siempre por encima del hombro.
De repente se apagaron las luces. Había llegado al momento.
Al parecer, mientras dirigía la mirada por los asientos del teatro habían bajado pantalla de tela donde al instante apareció una de las diapositivas que había elegido apra exponer mi tesis: el Partenon.
Me coloqué a un lado para que la imagen no estuviera obstaculizada por mi sombra. Varios de los presentes suspiraron aburridos mientras otros exhibían sus sonrisas de superioridad dispuestos a criticar y burlarse de mis ideas.
-Arte.-comencé.-Aquello que llena el alma del ser humano, aquello que al ser visto logra arrancar lágrimas de pura emoción... -lentamente las imagenes fueron cambiando, siempre mostrando templos en ruinas, abarcando Europa, Africa, en especial Egipto, América del sur y algún templo oriental.-Arte, señores, no un simple edifico, no una simple escultura, jamás algo del olvido, ni viejo, ni anticuado...Eso, es arte, capaz de soportar milenios...
Entonces, una mano se alzó. Las diapositivas dejaron de avanzar quedandose en otro de los templos griegos. Miré expectante, impaciente por saber qué querría decir esa persona. El hombre se alzó recibiendo sonrisas arrogantes de sus compañeros y señaló con menosprecio la imagen.
-Eso no es más que polvo. Se creó con un propósito, guardar la imagen del dios al que estaba destinado, asi como sus ofrendas, nada más. Ahora, no es nada. Solo son ruinas, piedras rotas sin otra función que molestar. Eso no sirve al hombre de hoy en día.
-¿Acaso es arte la "mierda de artista"? ¿Sirve al hombre de hoy en día?-alcé la voz, notablemente molesta por sus argumentos.-Esto, señores, representa al ser humano en cualquier momento, en cualquier etapa, en cualquier milenio. ¿Polvo? ¿Qué es el hombre sino polvo? ¿Qué medida tienen esas columnas? ¿Qué proporción del hombre? No es viejo, no es antiguo...Señores, ese arte es sinónimo de humanidad. En su origen los creadores le dieron un significado importante. Cada templo era cuidado y mimado. ¿Unos padres no cuidan de igual manera a sus criaturas, a quienes ellos han dado vida? ¡Esos templos tenían vida! Al pasar los años su función fue cambiando. De la misma manera, el hombre cuando crece va desempeñando nuevas funciones... Y finalmente, cuando el hombre muere, cuando ya nadie parece recordarlo, se vuelve polvo... No son huesos...No son ruinas...-dije señalando la imagen para que la similitud entre el hombre y el arte quedase clara.-Sin embargo la gente siempre recuerda a sus muertos.... Y así, sin embargo, la gente recuerda el arte... -el crítico volvió a sentarse, algo aturdido.-Arte, es el ser humano.
Dada por finalizada mi idea sobre el tema, me acerqué al atril y recogí en silencio mis apuntes de primero de carrera. Era increible pero había logrado dar una conferencia... o al menos lo había intentado. Poco a poco un rumor como de abejas empezó a expandirse por el teatro hasta oirse timidos aplausos que poco a poco fueron aumentando hasta resonar con fuerza. Mis mejillas se ruborizaron. Ví a mis profesores de historia antigua y arqueología sonriendo con orgullo y timidamente les devolví la sonrisa mientras bajaba las escaleras del escenario.
Esa noche los críticos tuvieron mucho que pensar y a la mañana siguiente me decidí a coger el periódico para leer los insultos. No obstante me asombré cuando no leí nada degradante. Con diplomancia y tono serio anunciaban como aún había gente con espíritu que obligaba a recordar las raíces de nuestro ser apartando al hombre de las modernidades y frias tecnologías del mundo actual.
Mis ideas habían sido escuchadas y valoradas.
viernes, 4 de septiembre de 2009
Duele el amor
Duele el amor, sin ti
duele hasta matar…
Siento la humedad en mí,
de verte llorar, ni hablar.
Si es que tú te vas de aquí
creo que a mí me va sufrir
Hoy quisiera detener el tiempo,
la distancia entre los dos.
Pero se apagó la luz del cielo
ya no sale más el sol.
Soy fragilidad sin ti.
¿Cómo superar el fin?
¿Dónde es que dañe?
No se, y el recuperar se fue.
Ni tú ni yo somos culpables
Pero somos vulnerables
Son las cosas de la vida
¿Qué me quedan por vivir?
Duele el amor, sin ti
llueve hasta mojar.
Duele el amor, sin ti
duele hasta matar.
Duele el amor, sin ti
todo está tan gris.
Hoy quisiera detener el tiempo
la distancia entre los dos
pero se apagó la luz del cielo
ya no sale más el sol
Soy fragilidad sin ti
¿Cómo superar el fin?
¿Dónde es que dañe?
No se, y el recuperar se fue
Ni tú ni yo somos culpables
Pero somos vulnerables
Son las cosas de la vida
¿Qué me quedan por vivir?
Duele el amor, sin ti
Llueve hasta mojar
Duele el amor, sin ti
Duele hasta matar
Duele el amor, sin ti
Todo está tan gris
Siento la humedad en mí,
de verte llorar, ni hablar.
Si es que tú te vas de aquí
creo que a mí me va sufrir.
miércoles, 12 de agosto de 2009
Run Away
954 agujas...
¿agujas? ¿quien dijo agujas?
Lo que mi cuerpo soporta no son agujas sino trozos de cristal o hielo. Tal vez sean trozos de los cristales que he ido rompiendo para no ver mi reflejo. ¿Odio? No sabría definirlo. Simplemente huyo. ¿Patético verdad?
Jamás me he enfrentado, es más, temo hacerlo. Por ello, doy todo un rodeo y corro en dirección contraria. Por ello, rompo los cristales.
No soporto ver mi reflejo perdedor al otro lado del cristal, sonriendo estúpidamente.
Sí, lo he dicho. Perdedora. ¿Alguien tiene algo que decir? Pues que me lo diga a la cara.
Alguien que lucha por nada y para nada. A veces me siento tan fuerte que con solo mi fé en lo que deseo podría arrancar una montaña. Pero entonces viene alguien que tira de la cuerda que tengo atada al pie y me hace flotar cual globo para bajarme de un tirón a la realidad.
No, no hay sueños para mi. No, no hay deseos para mi.
Tengo la sensación de abandono constantemente. Y de repente me imagino como un perro bajo la lluvia en el arcen de una autopista. No obstante, a los perros se les quiere más.
Tengo complejo de olvido. Sí, me siento olvidada casi constantemente. Y no, no es por ser egoista.
Es por un agujero que suele hacerse grande en vez de empequeñecerse. Defecto de fábrica como tantos otros.
Tal vez me haya olvidado a mi misma. No lo se. No puedo saberlo. He sido tantas yo y ninguna a la vez.
Y cuando desgraciadamente algun cristal se atreve a reflejarme no me veo en el espejo. No soy eso que refleja. No soy como veis. No soy como pienso. Tal vez incluso no soy.
¿agujas? ¿quien dijo agujas?
Lo que mi cuerpo soporta no son agujas sino trozos de cristal o hielo. Tal vez sean trozos de los cristales que he ido rompiendo para no ver mi reflejo. ¿Odio? No sabría definirlo. Simplemente huyo. ¿Patético verdad?
Jamás me he enfrentado, es más, temo hacerlo. Por ello, doy todo un rodeo y corro en dirección contraria. Por ello, rompo los cristales.
No soporto ver mi reflejo perdedor al otro lado del cristal, sonriendo estúpidamente.
Sí, lo he dicho. Perdedora. ¿Alguien tiene algo que decir? Pues que me lo diga a la cara.
Alguien que lucha por nada y para nada. A veces me siento tan fuerte que con solo mi fé en lo que deseo podría arrancar una montaña. Pero entonces viene alguien que tira de la cuerda que tengo atada al pie y me hace flotar cual globo para bajarme de un tirón a la realidad.
No, no hay sueños para mi. No, no hay deseos para mi.
Tengo la sensación de abandono constantemente. Y de repente me imagino como un perro bajo la lluvia en el arcen de una autopista. No obstante, a los perros se les quiere más.
Tengo complejo de olvido. Sí, me siento olvidada casi constantemente. Y no, no es por ser egoista.
Es por un agujero que suele hacerse grande en vez de empequeñecerse. Defecto de fábrica como tantos otros.
Tal vez me haya olvidado a mi misma. No lo se. No puedo saberlo. He sido tantas yo y ninguna a la vez.
Y cuando desgraciadamente algun cristal se atreve a reflejarme no me veo en el espejo. No soy eso que refleja. No soy como veis. No soy como pienso. Tal vez incluso no soy.
sábado, 25 de julio de 2009
J.C.
Pasabas por allí, no sé bien
Que vibró dentro de mí
Y sin pensar me fui detrás de ti
La luna en tu melena me ayudó a
Seguir tus pasos por la acera
Pero al doblar la esquina del bazar
No se como te perdí
En plena confusión escuché
Dentro de mi corazón
Como una voz marcando la señal
Iba diciendo y me va diciendo
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Como un radar en el mar
Y el barco a puerto quiere anclar
Aquella voz subía la intención
O bajaba si iba mal iba un poco mejor
En miles de movidas me metí
Por seguir de tras de ti
Pero al final encontré el lugar y en medio de la luz
Estabas esperando
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Colgado de los palos y amarrado
Por los pies y por las manos
Me pregunté ¿quién lo pudo hacer?
Trepé por la madera y aparté
De tu cara la melena y te besé
Tres palabras rotas escapaban de tus labios
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Mecano
y lloré en el bus mientras escuchaba la canción encaminandome al trabajo
Que vibró dentro de mí
Y sin pensar me fui detrás de ti
La luna en tu melena me ayudó a
Seguir tus pasos por la acera
Pero al doblar la esquina del bazar
No se como te perdí
En plena confusión escuché
Dentro de mi corazón
Como una voz marcando la señal
Iba diciendo y me va diciendo
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Como un radar en el mar
Y el barco a puerto quiere anclar
Aquella voz subía la intención
O bajaba si iba mal iba un poco mejor
En miles de movidas me metí
Por seguir de tras de ti
Pero al final encontré el lugar y en medio de la luz
Estabas esperando
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Colgado de los palos y amarrado
Por los pies y por las manos
Me pregunté ¿quién lo pudo hacer?
Trepé por la madera y aparté
De tu cara la melena y te besé
Tres palabras rotas escapaban de tus labios
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Tu, tu y yo, tu y yo, tu y yo
Mecano
y lloré en el bus mientras escuchaba la canción encaminandome al trabajo
miércoles, 8 de julio de 2009
Next time
Despertar de un sueño profundo y sin sentido. Y correr, correr sin lógica por varios caminos vertiginosos y escarpados dejando siempre de lado aquellos que parecen apacibles y sosegados.
Dejar que las ramas rasguen mis mejillas pero sin dejar de correr. La carrera no puede detenerse, es necesaria. Tal vez sea huir, o tal vez seguir aprisa mi presa que se me intenta escapar.
Me es indiferente, en ambas opciones se ha de correr. Una de las veces me tapo los ojos con una venda. Todo se vuelve oscuro y los sonidos se alzan como si antes no hubiera podido escucharlos.
Grillos, las ultimas golondrinas del anochecer, el vuelo de una gaviota buscando comida. La ria suena lejos, normal, no estoy cerca.
Oh, las estrellas brillan con fuerza. Pero estoy bajo ellas, solo las puedo admirar desde años luz. Lo bello siempre es inalcanzable.
Amigos que son arena. Amores inexistentes. El viento sopla de nuevo, no puede conmigo pero sí me arranca mi esencia trasporandola allá donde no es valorada. Aunque a decir verdad, aquí tampoco lo es.
Un saco de carne rellena de huesos y organos. ¿Dentro de la cabeza? Qué más da lo que haya, no hay quien se fije, no hay quien se interesa.
¿Nada para nadie? Entonces nada por nadie.
Nací siendo renegada. Crecí sin amigos. Llegué a la adolescencia (si alguna vez he pasado por ella) sorpotando el peso del peor bulling sufrido y siendo adulta sigo estando en esa "oscura" soledad. No, no me estoy quejando. Estoy reflejando el poder que tengo para soportar, para luchar y seguir adelante. ¿El ser humano necesita de otros para vivir? No todos.
Esas sonrisas, risas, alagos, falsas esperanzas. Hipócritas.
Y sin embargo en las noches de invierno grito al cielo en busca de un caluroso abrazo de alguien que sea capaz se observar como soy por dentro, como sufro por seguir luchando sin sentido contra marea. Alguien que logre valorarme.
No, no quiero oir la frase "si n te valoras tu nadie lo hará" porque es completamente falsa. Me valoré hace tiempo y no sucedió nada. Mi vida siguió igual.
Y de nuevo la noche vuelve a dejarme ver esa belleza inalcanzable. Las estrellas titilan como un corazón al palpitar. Hermosas. Lejanas. Transportadoras de mensajes secretos y codificados. ¿Tenéis la respuestas a mis preguntas?
Shh....silencio. Calla un momento y observa alrededor. ¿Qué ves? ¿Qué no ves? Hazte un favor a ti y a la humanidad y abre los ojos del alma. Aquel que insulta solo intenta no ser aplastado. Aquel que calla no es debil. Aquel que se esconde es por ser extremadamente bello. Aquel que se muestra es porque esconde algo.
La vida es un engaño y nosotros somos un experimento fallido y olvidado. Seres que se creen poderosos sin serlo. Seres que creen gobernar una tierra que no es suya. Seres que imponen leyes, matan a placer y se regocijan en el dolor ajeno. Seres que no merecen la felicidad. Por eso, nadie puede ser feliz mucho tiempo, porque no la merece.
¿Desesperanza? No. Existen humanos, pocos. El resto solo es gente.
Dejar que las ramas rasguen mis mejillas pero sin dejar de correr. La carrera no puede detenerse, es necesaria. Tal vez sea huir, o tal vez seguir aprisa mi presa que se me intenta escapar.
Me es indiferente, en ambas opciones se ha de correr. Una de las veces me tapo los ojos con una venda. Todo se vuelve oscuro y los sonidos se alzan como si antes no hubiera podido escucharlos.
Grillos, las ultimas golondrinas del anochecer, el vuelo de una gaviota buscando comida. La ria suena lejos, normal, no estoy cerca.
Oh, las estrellas brillan con fuerza. Pero estoy bajo ellas, solo las puedo admirar desde años luz. Lo bello siempre es inalcanzable.
Amigos que son arena. Amores inexistentes. El viento sopla de nuevo, no puede conmigo pero sí me arranca mi esencia trasporandola allá donde no es valorada. Aunque a decir verdad, aquí tampoco lo es.
Un saco de carne rellena de huesos y organos. ¿Dentro de la cabeza? Qué más da lo que haya, no hay quien se fije, no hay quien se interesa.
¿Nada para nadie? Entonces nada por nadie.
Nací siendo renegada. Crecí sin amigos. Llegué a la adolescencia (si alguna vez he pasado por ella) sorpotando el peso del peor bulling sufrido y siendo adulta sigo estando en esa "oscura" soledad. No, no me estoy quejando. Estoy reflejando el poder que tengo para soportar, para luchar y seguir adelante. ¿El ser humano necesita de otros para vivir? No todos.
Esas sonrisas, risas, alagos, falsas esperanzas. Hipócritas.
Y sin embargo en las noches de invierno grito al cielo en busca de un caluroso abrazo de alguien que sea capaz se observar como soy por dentro, como sufro por seguir luchando sin sentido contra marea. Alguien que logre valorarme.
No, no quiero oir la frase "si n te valoras tu nadie lo hará" porque es completamente falsa. Me valoré hace tiempo y no sucedió nada. Mi vida siguió igual.
Y de nuevo la noche vuelve a dejarme ver esa belleza inalcanzable. Las estrellas titilan como un corazón al palpitar. Hermosas. Lejanas. Transportadoras de mensajes secretos y codificados. ¿Tenéis la respuestas a mis preguntas?
Shh....silencio. Calla un momento y observa alrededor. ¿Qué ves? ¿Qué no ves? Hazte un favor a ti y a la humanidad y abre los ojos del alma. Aquel que insulta solo intenta no ser aplastado. Aquel que calla no es debil. Aquel que se esconde es por ser extremadamente bello. Aquel que se muestra es porque esconde algo.
La vida es un engaño y nosotros somos un experimento fallido y olvidado. Seres que se creen poderosos sin serlo. Seres que creen gobernar una tierra que no es suya. Seres que imponen leyes, matan a placer y se regocijan en el dolor ajeno. Seres que no merecen la felicidad. Por eso, nadie puede ser feliz mucho tiempo, porque no la merece.
¿Desesperanza? No. Existen humanos, pocos. El resto solo es gente.
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