domingo, 17 de febrero de 2008

El despertar de la Luna Oscura, parte 1-1

Cuando abrió los ojos la luz de la Luna bañaba su celda. Despacio se incorporó quejándose al estirar las heridas de su espalda. El silencio estaba a su favor, pero verificó que no hubiera nadie cerca.
Llegó hasta la Flor Blanca y acarició una vez más sus pétalos con delicadeza.

-No...-susurró triste al ver ue estaba salpicada. Apretó con cuidado las pequeñas manchas para intentar limpiarlas pero la sangre no se quitaba. Se acercó para ver de cerca cada pétalo y observó como ahora la sangre formaba parte del color de la propia flor.

-¿Por qué...?-preguntó a la nada sollozando. Se sentó al lado de su pequeña amiga apoyando la espalda contra la fria pared y dejando su mirada vacia. Acababan de "matar" lo único puro que había en ese lugar.
Sin embargo esa pregunta no solo buscaba la respuesta de la "muerte" de la flor pura sino tambien iba destinada al por qué de su supuesta "monstruosidad".

¿Por qué le habían encarcelado? ¿por qué no le habían soltado como a las demás? ¿Acaso para lograr su libertad tendria que ponerse una máscara?
No, eso si que no. No pensaba pasar por ahi. Soy como soy y nadie podrá cambiarme. Y no cambiaré por nadie.

Como de costumbre, rompieron el hilo de sus pensamientos. Esta vez fue un sonido. Extrañada se acercó a la puerta y se agachó sacando la mano por el pequeño cuadrado por donde le pasaban la comida y la bebida. Asi palpó el suelo hasta dar con algo metalico. Antes de que ningun guardian viera su mano, agarró con fuerza el objeto y se apartó de la puerta volviendo junto a su flor. Abrio la mano y observó un tenedor.

¿Un tenedor? ¿Cómo había llegado a parar un tenedor ahi? Lo único que se atrevian a dar eran cuencos de madera por lo que para comer solo se usarían las manos.
Extrañada e intentando recordar como se llama a ese utensilio. Posó las puas en el suelo de tierra y comenzó a hacer circulos. Pronto se dio cuenta del hoyo que habia creado. Se mordio el labio pensativa y clavó las puas sobre la pared rasgando con fuerza hacia abajo. Las puas se dirigieron hacia la pequeña grieta donde un par de piedras se juntaban. Volvió a clavar las puas en esa grieta y apretó más fuerte. A los minutos ya había logrado hacer una hendidura algo anch y bastante profunda.
Un leve rayo de esperanza empezó a brillar en sus ojos. Volvió ha hacer la misma accion una y otra vez...
Tan concentrada estaba que no escuchó los pasos que se dirigían a su habitación.

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enferma y de examenes, si no os gusta ya lo siento >.<

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque ya te dije que me recuerda a ciertos fantasmas internos (si de esos que se adentran detrás de los ojos y jamás abandonan la morada) y aunque no me atreva a enfrentarme a ellos....

Mira, me ha gustado ^^ y espero que la acabes ¬¬

Wiiii Wiiii Wiiii (Ruido del Txupacabras en celo y de los aliens que no tiran la birra xD)


Te quiero ^^

Tréveron dijo...

la libertad esta cerca!!!

xDDD