lunes, 11 de febrero de 2008

El despertar de la Luna Oscura-parte I

El mundo es duro,cruel y triste,
Tan solo yo tu amigo soy otro no existe,
te aparto por tu bien.
Te mantengo enseño cuido y visto,
y te miro sin huir de ti.
Como ha protegerte voy
si no te escondes,siempre aqui,
a salvo aqui.
Estas deforme.

- estoy deforme

Y Eres fea

-soy muy fea

Y esos son crimenes que el mundo no permite,
no lo comprendes ya,

-solo tu me defiendes

Vete y te diran que eres un monstruo

-soy un monstruo

Vete y siempre se reiran de ti

-solo un monstruo

Vas a osar dejarme a mi y consternarlos,
ven aqui y dime excusas

-las digo

Dime gracias

-lo digo

Lo mejor es lo es estar aqui

-Desde estas ventanas contemplando siempre estoy,
a quienes jamás sabran mi nombre,
al mirar sus caras escondida como hoy,
siento que yo apenas soy humana,
al pasar me dejan sus historias ,
no huirán jamás de mi memoria,
yo me estoy muriendo por saber lo que es pasar solo un día en compañia.
Ahí fuera libre bajo el sol,
dame un día ahí fuera, para respirar su olor que lleva el aire,
donde viven sin sentir lo que es para mi el vivir un día ahí.
Ahí fuera entre el lechero el tejedor y su mujer
y saber como hablan como viven.
Esas gentes que desde el tejado puedo ver
libres de sentir que les envidien ,
son LIBRES, sin saber que tienen un tesoro...
Dame, un amanecer junto a ellos dame,
un día para ser cualquiera de ellos.
Dame solo un día y juro que aquí estaré,
volveré,sin mirar hacia atrás sin pedir nada más
que vivir un día allí...

Un fuerte golpe en la cabeza hizo desmayarse a la muchacha. La metieron en un saco tra vendarle los ojos y la arrastraron hasta su habitación... A las horas abrio los ojos adaptandose a la oscuridad poco a poco. Sonrió y se acercó corriendo descalza...


Y ella, pequeña, fragil e inocente, se agachó para acariciar una flor blanca, obsrevaba alrededor con esos ojos ausentes que todos los de la orden conocian y esquivaban.

-Solo quedamos tu y yo.....-susurró con su triste sonrisa acariciando con cuidado cada petalo. Admiraba en silencio el resplandor que el pequeño ser vivo desprendia. Algo maravilloso y casi magico... Algo milagroso pues en las frias paredes de su peculiar celda simulando una habitacion apenas habia una pequeña ventana por la que solo se filtraba la luz del sol al ocaso.

¿Hablando sola de nuevo?-alguien habia entrado y se acercaba despacio.- ¿Tendremos que solucionar esa mania antes de que se convierta en una locura, no crees?

-N-no amo por favor! -suplicó la pequeña alejandose del hombre que blandia el latigo de tres colas.

Sera un momento...-susurró sonriendo demente.

Grito tras grito el latigo se fue empapando de la sangre de la pequeña. Agotada apenas podia mantenerse a cuatro patas pegandose contra la pared como si cuanto mas cerca estuviera de la piedra menos le doleria. Un ultimo latigazo salpicó la blanca flor y la niña perdió el conocimiento.

Monstruo...solo así podras salir a la calle...-murmuró el hombre antes de salir dejando a la muchacha sola con el sol del ocaso alumbrando sus nuevas heridas.

1 comentario:

Tréveron dijo...

SIGUE ESCRIBIENDO, MALDITA MUJER!!