jueves, 31 de enero de 2008

Frases Sueltas de un pensamiento dormido

  • Despiertame di que paraste el tiempo y NADA sucedió.
  • Mi vida no es de nadie...y sola, se que no puedo estar
  • Dime querida, ¿se puede romper un corazon que ha dejado de latir?
  • Aprendiendo a llevar mi destino de desamor
  • No mientas, sabes que esto duele demasiado...
  • Heridas profundas sobre otras mas antiguas que nunca cierran y asi el corazon nunca deja de sangrar.
  • Me hiciste mantener el leve destello de esperanza...paa nada; la caida ha sido demasiado dolorosa.
  • Un corazon roto se puede volver a unir pero un corazon que siempre ha estado roto...cada trozo se ha ido desgastando y ahora las piezas no encajan.
  • Cada dia siento esa agonia que cubre el vacio siendo la union de los sentimientos que me abruman a todas horas:

soledad, ira, tristeza, vergüenza, inocencia, desesperacion...es la ultima la causante de que la ira ataque, asi desaparece mi inocencia, la soledad sonrie triunfante dando la mano a la tristeza y por ultimo la vergüenza se tapa la cara para no ver el horror de unas venas cortadas.

  • Lo intente tan fuerte y fui tan lejos...pero al final todo da igual.
  • Y mi yo oscuro vuelve a sonreir triunfante...enhorabuena, mastica mi musculo palpitante saboreando cada trozo con su mirada de superioridad.
  • Never Again! My heart was open, Never Again!! Now, My heart is broken
  • I can see it in your eyes, there´s something, something you wanna tell me...

miércoles, 30 de enero de 2008

parte 2


30/1/08

tú, boca que es tenue luz,
tunel de amor,
lodo traidor,
que me hace resbalar, entrelazado a ti

tira otra piedra que has de ayudar
piedra sobre piedra he de levantar
un dique que frene el frio de su amor

tú, vana presencia,
rosa en el hojal,
artificial...
Nunca marchites
soplo de ausencia

Muero por verte...muero de amor

tira otra piedra que has de ayudar
piedra sobre piedra he de levantar
el dique que frene el brio de su amor


[[ El Ultimo De La Fila ]]



Estupideces de un dia que nunca terminan
augurios de muerte que nunca se realizan

soplos que me elevan a lo mas alto de mis ideas
...ideas que se estrellan contra el suelo
de una manera tan brutal que hasta los demonios lloran

angeles negros que rondan a mi alrededor sin saber como hacerme reir

caretas que me invitan a taparme el rostro

el lunes "Sueño"
el martes "Aburrimiento"
el miercoles "Esperanza"
el jueves "Ansiedad"
el viernes "Alegria"
el sabado "Entusiasmo"
el domingo...

que careta usar para el domingo?....

las mascaras se rien y hablan por lo bajo entre ellas

soy su esclava, sumisa de sus actos, que ellas decidan
cuando debo sonreir...


egoista y egocentrica...eso es lo que soy

a tomar todo por culo

jueves, 24 de enero de 2008

"los tambores suenan" xDDDD

Apuntes, olor de rotulador, boligrafo azul, para subrayar uno rojo, libro de historia, preguntas al

aire e las hojas que he de estudiar, estirones de pelo por la tension, mandibula cargada por la

misma tension, libro de geologia, mas apuntes, fichas grapadas, olor a libro nuevo, necesidades

fisiologicas (xD), nevera, chocolate y pan, silla, luz fluorescente, pitido del tren, oscuridad u ojos

cerrados, praderas perfectas con cascadas relajantes, de nuevo la luz fluorescente, golpes en

mejilla para despertarme, baño, agua en nuca y muñecas, silla, libro de Historia del Arte, apuntes

de filosofia....

u.u

los dias estan proximos....

viernes, 18 de enero de 2008

Sin titulo

Donde coño te escones felicidad? me condenas a muerte de soledad

cerca de todos, sonriendo, siendo amable, volviendo a sonreir...he vuelto a caer

llevaba tiempo preguntandome cuando seria...hoy he sabido la respuesta

parece ser que sin darme cuenta desenterré mi mascara...o quizas cree una nueva...

no lo se, tampoco me importa

lo importaente es que de nuevo soy alguien sin rostro

que importa ya? realmente todo da igual

para que sonreir por mi misma? para que esforzarme en algo que se va a derrumbar?

pse...tengo asumido que cualquier fuerza que alguna vez haya tenido para seguir adelante, a sido un falso sentimiento, una falsa idea...NUNCA ha existido

Es tarde para todo....para reir, para llorar, para gritar....

es tarde para la euforia...

y lo escribo porque ni Dios lo leerá

porque una vez mas, la vida me enseña que no hay nadie a quien importe...

ah dulce mentira que me ha estado engañado....demasiados años...y cuando cae la venda...

me quedo ciega y me caigo...me meto un ostion increible....y aquí estan las consecuencias....

Indiferencia?....por todo...por todos...

animales....arboles...naturaleza en si....Me hace gracia, yo que antes era defensora firme, ahora me da todo igual...


no solo la naturaleza...la familia...los amigos....les kiere si, pero...no soy parte de ellos...por lo que...solo tengo mi mirada de indiferencia...

llueve...pse...el cielo se pone de mi lado jodiendo a todo aquel que puede...

MALDITA SEA!!!! hasta la cuchilla se pone en mi contra...ya no corta...maldita sea joder joder joder!!!!!!!!!!!

....ya encontrare algo.....

lo jodido es que escuece como si hubiera herida...pero no hay sangre....bha!

Dias raros....caoticos...volviendo a sonreir tontamente...volviendo a querer ser algo mas...

volviendo a recaer en esa estupidez...pues nunca sere nada...porque no soy ni he sido nada...


Una vez me prometi no volver a esta mierda....

y hoy me doy cuenta de que....bueno, si fallo a los demás, porque no fallarme a mi misma?

ya me estaba sintiendo discriminada...


dejo esto...que no se leera por nadie mas que por mi...dejando unas frases...

"Rosas negras para dar, cuando y no hay nada mas"

"Hoy me perdi en mis recuerdos, que no dejan dormir, cuanto veneno"

"pa sonreir, son malos tiempos"

"prestame esta noche tu maleta de los sueños"

"la locura se insinuó al perdón, detras de una sonrisa"

"never fly away until you have tried everithing"

"ningun sitio a donde ir, ninguno al que regresar, nada que me haga reir, nada que me haga llorar"


"I´ve become so numb"

"Die, die, die my darling"

jueves, 17 de enero de 2008

Vacio

Simplemente vacio

Algo que falla o no se encuentra en mi interior

Algo que no late

Algo que me hiela

Algo que se hace grande...algo que siempre esta conmigo, y solo se hace notar cuando la esperanza vuelve a huir de mi.

Ese vacio....siempre camuflado en mi interior que nunca me doy cuenta...y siempre vuelve cuando mas necesito fuerzas....para arrebatarmelas. Para hundirme, para odiarme, para despellejarme, para cojer ese maldito cuter de una vez...

para darme cuenta de que en realidad, no soy nada para nadie.

Nada para Nadie

Asi es como me veo...asi es como me ven....

familia?...claro...pero al fin y al cabo soy la pekeña...la ke siempre sera una niña...la nunca valorada por lo que es...

amigos?..claro...pero solo soy una acoplada a un grupo de gente inteligente y maravillosa

amor?...ps....en la familia me kieren por tener su sangre...los amigos me kieren porke a veces soy de ayuda...digo yo...

eso es amor?....no se...pero es lo que me falta...

necesito esa cosa por la ke tanto se sufre.....cuando se tiene, porke hay peleas, cuando no se tiene, porke la soledad es mas grande...mas...intensa...

amor....pse

y si lograra dejra de sentir?

y si por una vez lograra ponerme una mascara tan fuerte que no se rompiera ni con los rayos de una amistad incierta veraniega?

y si lograra cojer esa cosa afilada y hacerme serio cortes de verdad?!

eso seria lo mejor...descargar toda mi ira y tristeza en varios cortes...ver como la sangre mana desagüe abajo...oler el hierro de la sangre....

oh que dulce vision...



pero el vacio sigue ahi, creciendo con cada pensamiento...

miércoles, 16 de enero de 2008

(no tiene titulo...era para un concurso...y no lo presenté)

En un callejón oscuro paseaba yo sin idea alguna de lo que me esperaba… Un destello rojo, fue lo único que pude ver… seguidamente una sombra me abrazó con fuerza. Su cálido aliento rozaba mi rostro, disminuyendo el frío de la noche invernal…
-No temas…-susurró con voz intensa y agradable. Me acarició las mejillas casi con ternura haciendo que mis ojos se cerraran por voluntad propia. Pude notar como sonreía y como su cuerpo se pegaba al mío.
Gemí al notar un agudo dolor en mi cuello. Sus colmillos desgarraban mi piel despacio hasta dar con la vena. Me puso una mano en la boca para que no volviera a gemir cuando atravesó la tubería que daba paso a la sangre. Poco a poco fue succionando. Casi con suavidad… parecía que no quería hacerme daño.
Mis manos subieron por su torso lentamente casi hasta llegar a sus hombros. Entonces se detuvieron. Creí que le empujaría, pero mis manos seguían inmóviles, simplemente notando sus músculos, su respiración pausada; simplemente sintiéndole.
Tras unos largos minutos no pude evitar quejarme. A pesar de no beber con violencia el roce de sus colmillos en la herida bastaba para hacerme daño. Mi piel se erizó cuando me habló con esa voz agradable, aún sin sacar sus colmillos, con sus labios rozándome al hablar:
-No temas… pronto acabará.-me besó el cuello y volvió a beber. Mis palpitaciones se aceleraban al oírle. ¿Pronto acabará? Me preguntaba ¿moriré? Sentí como todo daba vueltas a mí alrededor. Mis piernas fallaban por momentos. Y mis oídos solo conseguían oír un profundo pitido agudo pero a la vez grave. Noté como también poco a poco mi respiración menguaba. Tragué saliva y miré la luna haciéndome a la idea que sería la última vez que la vería.
Entonces se separó de mí. Mi cuerpo cayó sin fuerzas. Pero antes de que tocara el suelo, me volvió a abrazar dejando sus labios a escasos milímetros de los míos. Estaban manchados de sangre y una gota amenazaba con caerse desde la comisura.
-Estás sola… en casa no te espera nadie y mañana te echarán del trabajo… más de una vez has pensado en suicidarte…Ahora que estas al borde de la muerte… ¿realmente lo deseas…o prefieres venir conmigo?-susurró. Creí que sus labios se acercaban mientras hablaba. La gota de sangre empezó a resbalar. Cerré los ojos y mi lengua salió de su celda lamiendo con la punta la gota suicida. Sus labios se tensaron mostrando una sonrisa. Cuando abrí los ojos me miró unos instantes. La suave respiración rozaba mis labios, casi sensualmente. Se lamió los labios recogiendo la sangre de ellos… y rozando los míos a causa de la cercanía. Quise evitar un jadeo pero mis labios me fallaron. Mis ojos se entrecerraban nuevamente sin que yo pudiera evitarlo. Me sentía tan cansada… De repente la oscuridad me inundó, ni siquiera podía ver la luna. Entonces me di cuenta, mis ojos se habían cerrado por completo. Su voz volvió a sonar, esta vez dentro de mi cabeza:
-No te queda mucho tiempo…-sabía que estaba sonriendo, se notaba. Con mucho esfuerzo conseguí abrir los ojos. Ciertamente estaba sonriendo. Le observé unos instantes mientras mis labios hacían grandes esfuerzos por abrirse.
-Ss…-conseguí susurrar. Aunque solo pude pronunciar la s no necesitaba más para hacerme entender.
Para mi horror vi como su sonrisa se tornaba demoníaca.
-Sí… ¿qué?-preguntó él mirándome entre ternura y crueldad. Su mano se acercó a mi cuello presionando en la herida. Gemí de dolor aunque de mis labios apenas salió algún sonido.
-Vivir…-murmuré. Sabía que pronto me desmayaría entre cansancio y dolor sin llegar a completar una frase coherente.
Deseaba que no me hiciera más preguntas. Incluso le miré suplicante. Él se rió por lo bajo y redujo los poco milímetros que nos separaban hasta quedar completamente pegada a él, hasta que nuestros labios se juntaron. Sentí como sus labios rozaban los míos muy suavemente. Pero a los pocos segundos el cansancio había ganado la batalla. El último sonido que pude percibir fue su risa apagada seguida de un consejo: Descansa.

-------------------------------------------------------------------------------------

-Esta vez has bebido demasiado. No sé si podré hacer mucho por ella.
-Con que hagas algo basta.
Solo pude reconocer la segunda voz. A pesar de que mi cerebro no lograba dar sentido a las palabras pude distinguir ese sonido procedente de su garganta. Oí unos confusos pasos alejándose seguidos del movimiento de una puerta. Lo siguiente que percibí fue la temperatura. Hacía mucho frío. Creí estar en una habitación con las ventanas abiertas dejando pasar al viento invernal. Noté ligeramente como se me erizaba el vello. Algo cálido me tocó el brazo y por fin conseguí abrir los ojos. Como siempre, me acostumbré pronto a la oscuridad. Apenas una luz mortecina y lejana alumbraba la estancia. Distinguí unos ojos verdes intensos que reflejaban curiosidad. Abrí la boca…
-No hables.-me dijo él y me puso delicadamente un dedo en los labios. Qué suave era su tacto…. La mano que sujetaba mi brazo subió despacio hasta acariciarme la mejilla. Mis pupilas se dilataron y él sonrió. Mi rubor aumentó a la vez que su respiración. Antes de que me diera cuenta él se encontraba oliendo mi cuello. Curiosamente me gustó su aspecto salvaje y peligroso. Emitió un sonido de aprobación dando por zanjada una discusión interna sobre mí. Lo siguiente que sentí fue su lengua recorriendo lentamente mi cuello subiendo por la mandíbula… Se paró cuando llegó a mis labios. Me miró fijamente respirando por la boca. Su aliento rozaba mi rostro. Y yo me sentía perdida en sus intensos ojos. Se rió por lo bajo rozando mis labios con sus dedos. Cerró los ojos. Pude percibir como luchaba consigo mismo. Tras unos segundos sonrió abriendo los ojos.
-Demasiado peligroso…-se susurró a si mismo. Me miró fijamente.-Vas a sufrir mucho aquí.
Le miré sin comprender y él vio algo en mí que le pareció interesante. O eso reflejaba su mirada. Sentí como sus dedos se introducían despacio por mi cabello y yo, relajada, volví a cerrar los ojos. Me encantaba que me tocaran el pelo. No me di cuenta, mientras tenía los ojos cerrados, de que su nariz pasaba desde mis mechones a mi cuello. Creí oír un suspiro de tristeza que me hizo abrir los ojos. Pensé que estaría a mi lado. ¿Pensar? No, más bien quería. Sin embargo él se encontraba lejos de mí, tan lejos como la habitación le permitía. Y miraba por la ventana sin expresión. Un frío interno me invadió de repente acompañado de un sentimiento conocido…
-Soledad…-me susurré mirando el techo. Por el rabillo del ojo vi como él volvía a mirarme cambiando su inexpresividad a tristeza. Despacio se acercó y quitándose su abrigo me lo puso por encima.
-Hace frío.-contestó a una pregunta no realizada.
Me acurruqué en la fría mesa metálica en al que estaba tumbada, oliendo el sutil aroma que desprendía. A pesar de no conocer ese aroma me recordaba a algo, aunque no lograba recordar el qué.
Una campanada sonó cercana. Miré por la ventana y entre la niebla pude vislumbrar una alta torre donde un reloj marcaba la hora. La estructura de la torre me recordó a la de una iglesia.
-Iglesia…-volví a susurrarme. Él me miró extrañado aunque no me di cuenta. ¿Volvería a pisar una iglesia? No… ¿volvería a pisar la calle? Empecé a plantearme mi situación. ¿Dónde estaba? ¿A merced de quién? Él negó con la cabeza acercándose a mí.
-Aún no puedes saber esas cosas.-susurró.
-¿Pero qué…? ¿Cómo sabes lo que pienso? ¿Puedes leerme el pensamiento?
Él sonrió.
-Eres muy expresiva…
Me asombré ligeramente, a pesar de que siempre me lo habían dicho, yo nunca lo había visto así.
Se acercó más a mí, hasta que nuestros rostros quedaron enfrentados. Entonces me rodeó con sus brazos sin dejar de mirarme fijamente. Sus ojos, sus ojos eran increíblemente verdes, pasando por todas las tonalidades. Le miré hipnotizada mientras me cogía en el aire y salíamos de la habitación. Pasamos por el pasillo. Las anaranjadas luces pasaban veloces por mis ojos pero aún así nunca dejé de mirarle. Se paró y me agarró con un único brazo abriendo una puerta negra con el otro. Después nos adentramos en una oscura habitación. Solo había una cama que amueblara el dormitorio.
-Hoy…-se quedó pensativo mirando sin ver la cama.
-¿Hoy…?-le pregunté con suavidad.
-Será mejor que duermas… conmigo. Mañana…-quise preguntar pero su expresión me frenó. Algo le preocupaba.
Me dejó con suavidad sobre la cama y la rodeó para tumbarse a mi lado. De nuevo, tan lejos como la cama le dejaba. Me metí entre las sábanas acurrucándome, dejando su abrigo encima de las mismas para calentarme. Sin embargo el frío se hacía cada vez más presente, no era un frío normal… Mi cuerpo empezó a tiritar de inmediato, cada vez con más violencia. Noté sus ojos clavados en mi nuca. Suspiré e intenté controlar mi cuerpo para no molestarle. De repente algo caliente me rodeó. Me di cuenta de que eran sus brazos cuando cogió mis manos. No había notado el más mínimo movimiento en la cama por lo que me sorprendió su abrazo. Apretó mis manos entre las suyas con suavidad mientras mi cuerpo se templaba. Me estremecí cuando noté sus labios recorriendo mi cuello. Él suspiró lamiendo a continuación una parte del mismo preparándolo para… Clavé las uñas en sus manos cuando de nuevo sentí el agudo dolor traspasando la carne. Quise gritar pero mi voz me falló. Tras unos eternos segundos sentí como los colmillos salían del cuello.
-Lo siento…-me susurró al oído.-No debí hacerlo…pero…no pude controlarme.
Mi cuerpo volvió a temblar, esta vez por miedo. Era la segunda vez que me mordían y yo había confiado demasiado rápido en él. Al fin y al cabo era un vampiro… Sin embargo me di la vuelta y le abracé escondiendo mi cara entre sus brazos. Él se sorprendió pero no dejó de abrazarme ni un segundo. Durante varios minutos me estuvo acariciando el pelo suavemente mientras yo me relajaba al oír las respiraciones de los dos. Con cierto temor levanté la cabeza observando su expresión. Estaba sonriendo ligeramente, invitándome a perder el miedo. Y yo cedí. Mis labios se acercaron a los de él besándolos como si fueran agua y yo me encontrara en un desierto. Pero él no me besó. Su rostro se tornó serio y apartó la mirada.
-Duerme.-susurró sin mirarme pero sin dejar de abrazarme.
Yo, avergonzada por haberle besado, volví a esconder mi cara en su torso quedándome dormida casi al instante.
Cuando desperté él seguía abrazándome, acariciando mi cabello con suavidad. A pesar de estar despierta no alcé la mirada. Me quedé como estaba, apoyando la mejilla en su pecho. Mis brazos le abrazaron con más fuerza y él sonrió levemente mirándome de reojo. Sabía que no estaba dormida desde que abrí los ojos. Estaba demasiado avergonzada y arrepentida por haberle besado que me obligué y castigué a no mirarle.

u.u



Latin.....creo ke mi cara lo dice todo no?

u.u

horas eternas....de minutos insuficientes....con lo cual llego a la conclusion que: el tiempo es relativo

Te adoro Einstein.....

martes, 15 de enero de 2008

hoy





Señores os presento a mi yo...

ey yo que tal?.... ¬¬

hasta los cojones!!! se nota no?? como ya he puesto...son horas eternas....

(Dios bendiga las horas de historia que me inspiran en esos dibujos y frases...xD)

tras un dia duro de 7 horas de clases interminables...me he dado cuenta de que...

xD no voy a aprobar...noticion e?...ps...se veia venir....y es que es normal...

como narices voy a aprobar teniendo latin?!?!?! diosss!!!!! hmpf!!! (te lo robé :P)

u.u estoy del modo pasivo, las oraciones relativas y sus variantes..hasta los mismisimos!

cullons ya!!

pero que le voy a hacer...al fin y al cabo lo elegi yo...(grrr quien me mandaba a mi elegir latin en vez de mate?!?!?! si siempre se me dio mejor las matematicas que los idiomas!! arrgg!!!!)

u.u Miau...eso es lo que pienso al ver las estupideces que cometo...en fin....quiza logre inspirarme y todo y lograr un relato digno de exposicion (oixx como me adoro)

hasta que llegue ese momento...me despido con un simple


Agur!

muajajajaa os jodeis tralará! >.<"

lunes, 14 de enero de 2008

la ultima fiesta (pido piedad, a pesar de lograr con este cuento el primer premio, es muy cutre y lo hice hace 2 años...PIEDAD!!)

Aquella noche Jirema se despertó empapada en sudor. Durante unos segundos solo pudo oír los acelerados latidos de su corazón. “Todavía faltan dos días”-pensó dirigiéndose a la ventana. El refrescante viento de las montañas acariciaba su cara. Jirema miró a las lunas; una era grande y de color azul clarito, la otra era pequeña y naranja. Cuando se sentía mal pasaba las horas sentada en el alfeizar de la ventana mirando las lunas. Le encantaba el silencio de la noche, le relajaba.
De repente vio dos antorchas. Se dirigían al bosque. Se levantó de la ventana y se puso una capa blanca. Bajó corriendo las escaleras y se dirigió al bosque en el silencio de la noche. Se adentró en el bosque y se escondió en la oscuridad que había entre los árboles. Lentamente siguió a las antorchas. Estas se pararon. La chiquilla se escondió tras el tronco de un árbol. Se agachó y lanzó una rápida mirada a las antorchas. Estas las llevaban dos guerreros.
-Es la hora.-oyó Jirema detrás del árbol. La voz era fuerte.
-Si.-respondió otra voz. Era más suave que la primera.
-Se está retrasando.-dijo impaciente la fuerte voz.
-¿Y si nos sentamos? De todos modos le tememos que esperar.-propuso la voz suave.
Jirema oyó que se acercaban unos pasos. Cogió su capa y se tapó entera con ella. De repente la capa cambió al color del tronco. Los pasos cesaron al otro lado del tronco. La chica oyó como algo de gran peso caía al suelo.
-Ten cuidado con esa estúpida piedra.-se oyó de lejos la voz fuerte.
-Vale, vale…-dijo la voz del otro lado del árbol.
Jirema se levantó sin hacer ruido. Poco a poco se puso entre los dos guerreros. La capa cambió al color de la hierba. El guerrero de la voz fuerte tenía el pelo algo largo y negro y tenía barba. Llevaba un traje de lana y botas de piel. El otro estaba vestido de igual manera. Era pelirrojo y lo llevaba peinado en pequeñas trenzas.
Un árbol pequeño cercano a Jirema empezó a desprender humo azul.
-Ya viene.-dijo el guerrero de pelo negro. Los dos se levantaron con rapidez.
El humo azul empezó a formar un cuerpo humano.
-Buenas noches.-dijo el hombre que había sido formado por el humo. Ocultaba su cuerpo con una túnica morada, desde la cabeza hasta los pies.
-Buenas noches, señor.-dijeron los guerreros de rodillas.
-¿Habéis traído…-el hombre se calló pensando.-…la cosa que os pedí?
-Si, lo tiene Tejoe.-dijo el guerrero de pelo oscuro.
Tejoe se acercó y le dio una piedra negra y redonda.
-Muy bien…-dijo el hombre sonriendo guardando la piedra.-Gracias por vuestro regalo. Adiós, tengo prisa.
-Espera.-dijo el guerrero moreno.
-¿Qué quieres Beldros?-dijo el hombre con un deje de impaciencia en su voz.
-¿Qué hay de nuestra recompensa?
-¿Habéis traicionado a vuestro pueblo y aún así queréis una recompensa?-el hombre negó con la cabeza.-Eso no está bien.-tiró dos bolas pequeñas y blancas. Cada una golpeó a un guerrero y cayeron al suelo.
El hombre empezó a irse.
-¡Oye tú!-gritó Tejoe empezando a caminar. Entonces de la pequeña bola blanca salió una rama atrapando el pie de Tejoe.- ¿Qué es esto?-gritó.
Beldros quería ayudar a Tejoe pero a él también le había atrapado las piernas otra rama. Poco a poco las ramas fueron inmovilizando los cuerpos de los guerreros hasta matarlos.
El hombre dijo unas palabras raras a la tierra. Un agujero se formó en el suelo. Jirema siguió al hombre. Éste saltó dentro del agujero. Jirema fue tras él. De repente se encontraban en un palacio. El palacio estaba hecho de mármol negro. Era muy frío. El hombre se metió en una habitación de la derecha. Jirema se colocó bien la capa y esperó a que cambiara al color del mármol. Después se dirigió a la habitación donde se había metido el hombre.
Encima de una garra de piedra se encontraba la extraña piedra negra y circular. Delante estaba el hombre, mirando a la piedra pensativo. Metió la mano dentro de su túnica y sacó unas cuantas piedras preciosas. Las colocó rodeando a la piedra.
-Ahora tendrías que adelantarte…-susurró el hombre.
Pasaron unos minutos sin ocurrir nada. Jirema se estaba empezando a aburrir, cuando de repente…La piedra empezó a abrirse. Dentro de la piedra se estaba moviendo algo pequeño y blanco. Jirema no veía bien al ser. Una garra, una cola larga… Lo que quedaba de la piedra fue destruido por una pequeña explosión. Después de que el humo de la explosión desapareciese pudo ver al ser. Era un pequeño dragón. Tenía la blancura de una perla virgen. La membrana de las alas era casi transparente. Y tenía los ojos muy oscuros, parecían sombras.
“Todavía faltan dos días para que la fiesta del dragón y para que éste nazca. Si se adelantase…”-pensó Jirema. Estaba preocupada.
-Quítate esa capa.-dijo el hombre. Jirema le miró asombrada bajo ella. Lentamente se quitó la capa hasta que calló al suelo.
-¿Cómo me has visto?
-No te he visto, te he sentido.
-¿Es el último dragón?-dijo señalando al pequeño ser.
-Si.
-¿Por qué quieres adueñarte de él?
-Porque es el último.
-¿Cómo?
-¿No sabes cuanto poder tiene? Por ser el último tiene el poder de todos los dragones. Solo lo tiene él.
-¿Y? ¿Qué quieres decir con eso?
-La penosa fiesta que hacéis sirve para amaestrar al dragón. Pero si está aquí hará lo que yo le diga. Y lo que yo quiero es…-susurró.-…venganza. Me vengaré de todos los pueblos.
-¿Por qué?-preguntó ella con miedo.
-¿Por qué? Por despreciarme. Cuando era pequeño fui de pueblo en pueblo en busca de alguien que quisiera adoptarme. Pero ellos solo veían a un estúpido crío. Un día me encontré con un brujo y me enseño lo que era la magia. Y ahora que tengo los más grandes poderes de la magia ha llegado la hora de mi venganza. ¡Y empezará contigo! ¡Dragón mata a esta niñata!-gritó señalando a Jirema.
El dragón desplegó sus alas y empezó a volar. Se movía muy rápido. Jirema estaba paralizada por el miedo. El dragón llegó hasta la muchacha y la miró a los ojos. El ser sacó su lengua bífida intentando comunicarse.
-¿Sherklet?-preguntó la chica.
El dragón miró al brujo y le lanzó una bola de fuego con gran rapidez. El fuego consumió enseguida el cuerpo del brujo.
Cuando desapareció el fuego Jirema echó un vistazo a todas las pociones que había. Cogió una botella pequeña y azul. Tenía una etiqueta en la que rezaba: “viaje rápido”.
-Aquí estas.-dijo abriendo la botella.
Pensó en su pueblo. Abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba en su dormitorio. El dragón empezó a dar vueltas por la habitación. Era de día.
-¡Jirema!- un anciano estaba sentado en su cama. Era el sabio del pueblo.-Ya era hora…-empezó a decir pero al ver el dragón olvidó lo que iba a decir.- ¿Es ese el último dragón?
-Si.
-Lo has hecho muy bien.
-¿Qué?
-Que lo has hecho muy bien. Has vuelto el dragón al pueblo. ¿Se llama Sherklet, verdad?
-Si… él me lo dijo, creo.
-Como es a ti a quien ha hecho caso tú serás su dueña.
¿Yo…?-el dragón aterrizó en el regazo de la chica y se durmió.
-Si, te ha escogido a ti. No cabe duda.

sábado, 12 de enero de 2008

La Hechicera De La Rosa Amarilla

Sus aunque pequeños, bien hermosos senos, refulgían con la luz de la luna llena. Su cuerpo se movía entre los arboles de poca altura, jugando sus ramas a acariciar esa sedosa piel bronceada. Sus pasos agiles iniciaban el movimiento circular de sus caderas mientras su melena hacía vertiginosos ascensos y descensos de una manera tan sensual que era imposible igualar o comparar.
“La hechicera de la rosa amarilla”, así era el nombre que se le daba a esa hermosa mujer. Con sus bailes encandilaba a todo guardián de la ciudadela. Entre su melena caoba se podía entrever rosas que dejaban suaves destellos amarillos. Tenía la habilidad de hacer resplandecer cualquier ser vivo con una simple mirada de sus ojos miel y su sonrisa cautivaba hasta al noble más indiferente al placer sexual
De día solía camuflarse entre los aldeanos, vestida de campesina, con una capa oscura tapando la mayor parte de su cuerpo y un velo semitransparente ocultando su rostro. Su voz, tan dulce y llena de ternura, solía entonar bellas melodías en una taberna.
Casi todas las tardes se subía al escenario de madera y tras sonreír con inocencia a su público, cerraba los ojos dejándose guiar por el sentimiento que en ese momento le embriagaba, determinando el tono de la nueva melodía.
Tal era su belleza…tal era su singularidad….tal era su voz…demasiada armonía dentro y fuera de su cuerpo…demasiada belleza para el ser humano…

Las mujeres pronto comenzaron a sospechar…
-Es una mujer de mala fe.- decían algunas.
-Es una bruja, sin duda, ha logrado hechizar a nuestros maridos con su demoniaca voz…-murmuraba otra.
-Hay que avisar a nuestra excelencia…-susurraba una última.
Todas las mujeres se pusieron en camino ascendiendo la larga cuesta que llevaba a los aposentos del hombre.
Apenas bastaron unos minutos para que toda una muchedumbre descendiera la pequeña colina en busca de según varias opiniones, “la ramera”.

Por eso dedicó su última danza a la luna, dejando su cuerpo al desnudo para el deleite de cómo a ella le gustaba decir “mi madre tierra”. Porque solo ella fue capaz de entender y valorar la naturaleza y todo lo que esta abarca…esencia y propiedad característica de Cada Ser…conjunto, orden y disposición de lo que compone el universo…
Se vendó por último los ojos…el fuego había empezado a lamer con ansia las cortezas de los arboles…Esa noche el bosque, moría, brillando más que nunca…

La ternura y la inocencia quedarían atras en el tiepo...

The Edge Of Night


Un mundo hay desde aquí hasta mi hogar, Y hay tantas sendas por andar la sombra la noche traerá y las estrellas la prenderán Niebla y sombra, triste anochecer pasarán Yo seguro lo he de ver.

viernes, 11 de enero de 2008

Never Fly Away

Un pequeño instante en un momento de debilidad...

Incapaz de sentir nada más...se acababa de arrancar el corazón...simplemente para no volver a sentir. No quería volver a necesitarle..volver a verle...volver a notar esa adrenalina que experimentaba cuando estaba a su lado...

Una vez más volvía a encerrarse en su caparazón de oscuridad...una vez más notaba un profundo desgarro en su interior...una vez más deseaba no ser, no padecer, no nada...

Sin embargo no se sentia preparada para volver a su armadura, aun no podia ponerse su mascara de indiferencia eterna.

Necesitaba desesperadamente lo único que prometió no volver a hacer...Suspirando, por haber vuelto a traicionarle, agarró con fuerza las tijeras y las colocó sobre el brazo.
Cerró lo ojos para no mirar y apretó con fuerza la mandíbula al sentir ese agudo y ya conocido dolor... Por desgracia era su único medio de escape...el único metodo que conocía para no sentir ese agujero que aumentaba con cada bocanada de aire.
Durante unos instantes hundió más las tijeras para apartarlas después. Se levantó mirando al cielo y sonrió sin que la luz llegara a sus ojos...

Las estrellas la iluminaban levemente...empezaba a recordar como era más débil de lo normal...como siempre andaba agachando la cabeza por no poder enfrentarse a aquellos que la hacían sufrir...recordaba sus años de infancia...llenos de golpes, mentiras, insultos y humillaciones...Recordaba todo lo que juró no volver a recordar....

¿Qué más daba?...Total...ya había tracionado al haberse cortado...
Sus labios se movieron despacio..pronunciando una...singular poesía...que en esos momentos se la dedicaba a él...solamente a él...poesía que había escrito al conocerle y que nunca se atrevió a leerla en voz alta...y sin embargo ahora la recitaba de memoria, para todo aquel que estubiera dispuesto a oirla:

Sé cuándo estás herido
tu dolor es el mio
déjame llevarte entre la niebla de la mañana
y sobre el puente
permítenos hablar sobre los tiempos difíciles
encuentra refugio en mis manos
dale un descanso a tus pensamientos
tal y como somos dos esta noche
nunca vueles
hasta que no hayas intentado todo
dale un día mas
las cosas buenas descansan en la espera
aguanta
sabes que el viento va a cambiar
no puedo estar en tus ojos
pero intentaré hacerte ver
que la belleza está bajo tu piel
esta batalla la ganarás
un pedazo de este momento
es todo lo que será siempre
mantente a flote, mantente aquí
sé uno solo conmigo
oh, nada sabe tan dulce ahora
como una vez lo supo
en tiempos que sabias que sería asi



Notó como si se acabara de cortar las alas al pronunciar para una incierta soledad, ese poema...
Se dejó caer al suelo mirando a la nada con ojos vacios, dejando la boca semiabierta para respirar algo del aire cargado que la rodeaba.
Mientras, notaba como su cuerpo pesaba más de lo normal, como el agujero que se había formado en su pecho, había aumentado demasiado, dejandola sin ningun tipo de esperanza...



Demasiado tiempo dejando que la gente se riera de ella

demasiado tiempo dejando que el amor se burlase de ella

demasiado tiempo siendo bondadosa

demasiado tiempo queriendo ser respetada

demasiado tiempo viva

viernes, 4 de enero de 2008

Rugidos de guerra que arden en batallones escarlata.. Los generales ordenan a sus soldados matar y luchar por una causa que han olvidado hace tiempo.

jueves, 3 de enero de 2008

Câlîn

Las nubes rosáceas anunciaban la reciente salida del sol y ella seguía entrenándose. Dejó a un lado su ballesta mientras se despojaba de las dagas y se sentó a mirar el amanecer. De su boca salía vaho, esa noche había bajado demasiado la temperatura y la mañana era igual de fría. Se secó las gotas de sudor de su frente y se levantó rápidamente. Se apoyó en el tronco de un árbol y empezó a estirar sus músculos. Sus orejitas gatunas se movieron en dirección al bosque y ella echó un fugaz vistazo sin vislumbrar nada peligroso. Olfateó disimuladamente el aire sin encontrar tampoco ningún olor desconocido. Por si acaso recogió sus armas y poniéndose su capa verde se alejó de la paz del bosque encontrándose con el bullicio del pueblo.
Poco a poco la grava del suelo se hacía más presente. Ella estiró una última vez sus orejas y su cola peluda y las escondió bajo la capa agachando la cabeza para camuflarse mejor. Tragó saliva pasando por delante de las primeras tiendas de lonas. De momento nadie sospechaba nada. Los aldeanos paseaban poniendo interés en las pocas cosas que se vendían y no se fijaban en el pequeño bulto tapado de pies a cabeza que paseaba entre ellos. Calin, la joven mitad gato mitad licántropo, suspiró aliviada.
Casi terminó de cruzar la larga calle cuando vio un destello por el rabillo del ojo. La última tienda era de armas.
-Mierda…-susurró para sí misma. Las armas eran su mayor debilidad. Sin poder controlare dirigió sus pasos a la tienda observando bajo la capucha. Casi todo eran dagas más o menos elaboradas. Un par de espadas ocupaban la parte derecha, un hacha la parte de detrás y tres arco y dos ballestas, la patre izquierda. Calin sonrió al ver los arcos y sin decir nada puso el suyo delante del vendedor.
-Buen arco…-dijo él observando con cuidado el arma.
-Gracias….-murmuró ella.-¿Se puede cambiar por el otro?
El vendedor la miró curioso.
-¿Y por qué te quieres deshacer de este arma? Parece muy bueno…
-…. Es algo viejo… ¿se puede o no?-preguntó impacientándose.
El vendedor notó en su voz su impaciencia y la miró mal. Después se fijó en los dos leves bultitos que se notaban bajo la capucha. Sonrió y le fue a quitar la capucha.
-Yo que tú no haría eso…-susurró la muchacha cogiéndole de la muñeca. Sus ojos brillaron bajo la capucha. El vendedor se asombró al principio pero después sonrió malévolamente. Alguien estaba tras Calin, alguien que ella no había oído ni olido. De repente la muchacha sintió como le quitaban la capucha rápidamente. Sus orejitas salieron a la luz. Ella palideció al momento. Parecía que el tiempo se había detenido. Los comerciantes y los aldeanos se giraron mirando al ser que estaba entre ellos.
-¡MATADLA! –gritó el que le había quitado la capucha.
Calin maldijo por lo bajo y alargando rápidamente el brazo alcanzó un nuevo arco. Saltó a la parte superior de la tienda de lona escapando momentáneamente de los aldeanos.
-¡¡Monstruo!! ¡¡Te mataremos!!
La muchacha, acostumbrada a ser tratada como algo repugnante, corrió todo lo rápido que su mezcla le permitía. Una de las ventajas que tenía; siempre que había que huir nadie la alcanzaba.
Sonrió al ver el final del pueblo y aceleró su carrera por la calle, harta de estar saltando de tejado en tejado. Ya casi veía al otro lado el bosque cuando se chocó contra algo. Cayó de culo y sacudió con fuerza la cabeza mirando a todas partes. Pero allí no había nada. Nada excepto una carta sin sello ni firma.
Al atardecer Calin se encontraba corriendo con la carta abierta arrugada en su puño.

miércoles, 2 de enero de 2008

absoluto desconcierto

Oigo la lluvia golpear mi ventana con suavidad…apenas es perceptible…o quizás si….

Oigo ángeles luchando contra demonios en mi corazón…les veo allí arriba como en un sueño…

¿dónde estará la libertad?..¿dónde la felicidad?

Mis intenciones nunca fueron egoístas…no? A quien quiero engañar??

Veo ángeles luchando contra demonios…mi boca es sellada para no poder gritar que eso es una brutal locura..

Y de nuevo les veo como en un sueño..y no puedo gritar…

Nadie oye …nadie ve…como el mundo se destruye…

Todos tienen los ojos vendados y son incapaces de ver como la tierra se está muriendo…

Este sueño tiene su fin…y yo soy la dueña de darle el final…

Daré una última oportunidad a los ángeles dejando que los demonios pierdan?...

Quizás los humanos no merezcan tanta piedad y sea el turno de que los ángeles lloren las consecuencias

Cojo mi pluma y me detengo al principio de la hoja en blanco pues no sé cómo darle fin a esta triste historia…

Veo ángeles luchando contra demonios pero ya no siento ninguna emoción…no hay dolor…no hay tristeza…

Y aun así mis lágrimas se convierten en sangre resbalando despacio…ya no puedo ver…ya no puedo hablar…

Qué final he de dar?....

No lo sé…alguna vez sonreiré…

Dejare en paz los problemas para volver a mi oscuridad…intentando ver la luz…

Rompe tu promesa, regresa a la lucha…

Aun siguen en mis sueños…ángeles y demonios…y nadie los ve…solo yo…

Les llevare a tu puerta para que logres terminar lo que yo empecé en mi corazon